12.5.12

El olvidado trabajo de los fotograbados y fotomecánicas

La simplicidad en el diseño de una portada es también arte, sobre todo como en el caso que mostramos arriba —una portada de un pequeño ejemplar de los Cuentos de Calleja—, cuando los medios de que se disponía en aquellos años no eran ni mucho menos los actuales y eso obligaba a trabajar ilustraciones muy simples que se pudieran reproducir con facilidad. 

Eran planchas de fotograbado en zinc para impresión tipográficas que requerían un trabajo muy especial y hoy nada reconocido hasta lograr estas impresiones a color empleando métodos de grabado incluso muy similares a los que utilizaba Goya, utilizando eso si la fotografía y los laboratorios fotográficos para la realización de cada plancha, de cada separación de color. 

Sin ordenadores, empleando soluciones de ácido nítrico y mucha técnica y profesionalidad. Dibujo muy simple, colores vivos y casi planos, con algunas tramas muy gruesas para medias tintas escasas y así evitar problemas a la hora de grabar y de imprimir mientras se esperaban sistemas de impresión como el offset que simplificaron todo el proceso y lo dotaron de una calidad muy alta.