19.5.25

El Arte mejora la Depresión y Ansiedad?


No hay duda de que el Arte puede mejorar los síntomas de la depresión y la ansiedad tanto a través de la observación como de la práctica artística, aunque los efectos y mecanismos pueden ser diferentes y complementarios. Y también es cierto que cualquier análisis de una Depresión Grave o Crónica, debe ser supervisada por un profesional. Pero a partir de estas pequeñas indicaciones, vamos a reflexionar sobre los beneficios del Arte.

Beneficios de observar arte

Reducción de ansiedad y mejora del estado de ánimo: Diversos estudios han demostrado que incluso la simple contemplación de obras de arte, ya sea en museos, galerías o incluso de forma digital, puede reducir la ansiedad y el malestar emocional, y mejorar el estado de ánimo.

Efecto inmediato y accesible: Ver arte online o en persona puede tener efectos positivos en pocos minutos, especialmente si se elige Arte que resulta placentero o significativo para el espectador.

Mindfulness y bienestar: La observación consciente de arte, observando con atención y sin prisas, ayuda a centrarse en el presente, reduce el estrés y fomenta la empatía y la creatividad.

Apoyo en entornos sanitarios: La presencia de arte en hospitales y centros de salud se ha asociado con menos ansiedad, mejor recuperación y reducción de síntomas depresivos en pacientes.


Beneficios de Practicar y Crear Arte

Arteterapia y expresión emocional: La creación artística guiada (la llamada arteterapia) es una intervención reconocida para tratar depresión y ansiedad, facilitando la expresión de emociones difíciles, el autoconocimiento y el desarrollo de habilidades de afrontamiento.

Mejora de autoestima y resiliencia: Crear arte fomenta la autoeficacia, la autoestima y el sentido de logro, además de ofrecer un espacio seguro para explorar y procesar emociones.

Reducción del estrés y síntomas físicos: La práctica artística regular puede disminuir el estrés, la ansiedad y los síntomas físicos asociados a trastornos emocionales. Cualquier acercamiento al Arte es positivo, con independencia de las herramientas o el tipo de Arte.

Herramienta terapéutica complementaria: La arteterapia se utiliza junto a otros tratamientos psicológicos y médicos, y es especialmente útil para quienes tienen dificultades para verbalizar sus emociones.


Recomendaciones

Observar arte puede ser una intervención sencilla, de bajo coste y accesible para mejorar el bienestar emocional, y puede recomendarse tanto a personas con síntomas leves como a quienes buscan estrategias preventivas o de autocuidado. Si se hace online se recomienda que se observa a un tamaño de pantalla grande, y no de teléfono, para disfrutar de los detalles.

Practicar arte de forma libre o en contextos de arteterapia, es especialmente recomendable cuando se busca un trabajo más profundo sobre la expresión emocional, la autoestima y la gestión activa de los síntomas. Estar levemente dirigido ayuda a los resultados.

Ambas formas son válidas y complementarias. No es necesario elegir entre una u otra; la combinación de observar y crear arte puede potenciar los beneficios sobre la salud mental y el bienestar emocional, la depresión y la ansiedad. Observar arte puede reducir el malestar y mejorar el ánimo, mientras que la práctica artística ayuda a expresar y procesar emociones, aumentar la autoestima y desarrollar resiliencia. 

Ambas estrategias pueden recomendarse, adaptándose a las necesidades y preferencias de cada persona. Pero vayamos a profundizar algo más para poner en valor este ejercicio sencillo, terapéutico y capaz de mejorar el bienestar de las personas. Si ya tienes suficiente información con lo anterior, puedes pasar al siguiente capítulo.


El poder del arte en la salud emocional: observación y práctica

Observar arte: beneficios y fundamentos científicos

La simple contemplación de obras de arte -en museos, galerías, espacios públicos o incluso a través de medios digitales- puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y mental. Numerosos estudios en el campo de la psicología del arte y la neuroestética han demostrado que la observación de arte activa áreas cerebrales relacionadas con el placer, la empatía y la regulación emocional.

Reducción de la ansiedad y el estrés: Mirar arte puede inducir estados de relajación, disminuir el ritmo cardíaco y reducir la tensión muscular. La contemplación estética invita a la calma y al recogimiento interior, ayudando a contrarrestar el pensamiento rumiante típico de la ansiedad y la depresión. Hablamos solo de observar, no de entender, ni de entablar un diálogo interior contigo, solo dejarte llevar por tus miradas, tus observaciones.

Estimulación de emociones positivas: El arte puede evocar recuerdos, despertar la imaginación y conectar con emociones profundas, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo y a generar sensaciones de gratitud, asombro y belleza. Observar una obra de arte con atención plena (mindfulness) favorece la concentración en el momento presente, interrumpiendo patrones de pensamiento negativo y fomentando la autoobservación sin juicio.

Conexión y sentido de pertenencia: Visitar museos o exposiciones puede generar un sentimiento de comunidad y pertenencia, reduciendo el aislamiento social que a menudo acompaña a la depresión. En estos espacios culturales te encontrarás a personas que son tan “raras” como nosotros. Hay muchas. Y todas son como nosotros. 

Incluso en contextos hospitalarios, la presencia de arte en las paredes y espacios comunes ha demostrado reducir la ansiedad de los pacientes, mejorar la experiencia hospitalaria y contribuir a una recuperación más rápida.


Practicar arte: arteterapia y expresión personal

La creación artística es, además, una poderosa herramienta terapéutica. La arteterapia es una disciplina reconocida que utiliza el proceso creativo para ayudar a las personas a explorar sus emociones, resolver conflictos internos, desarrollar habilidades sociales y aumentar la autoestima. 

Es tan simple como admitir que la creación artística, sea compleja o muy sencilla, ayuda por varios mecanismos bien conocidos. No es siempre necesario acudir a Escuelas de Arteterapia, funciona igual de bien, si practicas el Arte como Terapia, utilizando herramientas que son maravillosas terapias. 

El barro por ejemplo es fabuloso, pero también macharse con pintura o con difuminos, utilizar los dedos para complementar los pinceles, elegir la literatura para leer o para escribir.

Expresión y procesamiento emocional: El arte permite expresar sentimientos difíciles de verbalizar, como la tristeza, el miedo o la ira, en un entorno seguro y sin juicios. Esto facilita la catarsis emocional y el autoconocimiento. Puede ser dibujo, pintura, escritura, música, danza, teatro, etc.

Reestructuración cognitiva: Crear arte ayuda a cambiar la perspectiva sobre los problemas, favoreciendo la flexibilidad cognitiva y la búsqueda de soluciones creativas a los desafíos personales. Todo parece ser más relativo cuando alrededor nos llenamos de Arte.

Refuerzo de la autoestima y la autoeficacia: Terminar una obra, por sencilla que sea, genera una sensación de logro y competencia, combatiendo la baja autoestima y la sensación de impotencia frecuente en la depresión. Un simple dibujo abstracto, un collage, etc.

Reducción de síntomas físicos: La práctica artística puede disminuir síntomas somáticos asociados a la ansiedad y la depresión, como insomnio, dolor muscular o fatiga, gracias a su efecto relajante y distractor. Ayuda el Arte a pensar en el Arte.

Fomento de la resiliencia: El arte enseña a tolerar la frustración, aceptar el error y valorar el proceso, no solo el resultado final, cualidades fundamentales para afrontar la adversidad. No tenemos nunca claro qué es mejorar en el camino artístico, pero sí sabemos lo que es crear e ir sumando creaciones y evoluciones.


¿Observar o practicar? Una combinación poderosa

No es necesario elegir entre observar o crear arte: ambas vías se complementan y potencian mutuamente. Por ejemplo, la visita a una exposición puede inspirar la creación personal, y la práctica artística puede aumentar la sensibilidad y el disfrute al contemplar obras ajenas. Conocer a otros artistas, sin la pretensión de ser como ellos, sino con la de aprender sus técnicas. 

Además, el arte puede ser un puente para la comunicación y la conexión social, facilitando el diálogo sobre emociones y experiencias difíciles. O incluso entre personas que asisten a conferencias, debates o visitas guiadas a monumentos con Arte.


Recomendaciones prácticas

Para quienes no se animan a crear se puede empezar por la observación, permitiéndose disfrutar sin expectativas ni juicios. Es una excelente puerta de entrada al bienestar que ofrece el Arte como elemento contemplativo al que enseguida la pedirás aprender más.

Para quienes buscan un cambio activo, la práctica artística, guiada o libre, puede ser un complemento terapéutico muy valioso, especialmente si se realiza en un entorno grupal o bajo la orientación de un arteterapeuta. Practicar de forma guiada no es algo que sea imprescindible, pero si recomendable para avanzar y aprender.

En contextos clínicos, tanto la observación como la práctica del arte pueden integrarse en programas de salud mental, como complemento a la psicoterapia y el tratamiento médico. Cada vez más en los Hospitales se trabajan las opciones que nos abre el Arte como mejora del bienestar.

El arte, ya sea contemplado o creado, es una herramienta poderosa para mejorar la salud emocional. Su capacidad para evocar emociones, fomentar la reflexión, ofrecer consuelo y abrir vías de expresión, lo convierte en un recurso accesible y universal para quienes buscan aliviar los síntomas de una depresión o de la ansiedad. 

Incorporar el arte en la vida cotidiana, ya sea visitando museos, observando obras en casa, o atreviéndose a crear, puede ser un paso sencillo pero transformador hacia el bienestar.