11.5.25

Aprendamos a ver el arte, observando


El ARTE muchas veces es tan solo querer ver, observar lo que nos rodea y verlo. A veces incluso es simplemente atreverte a ver, a adivinar o a imaginarte lo que quieras imaginarte.

Tenemos que aprender a mirar mejor todo lo que nos rodea, para disfrutar de lo que nos envuelve, de nuestro entorno, observando de forma diferente.

Hay que mirar con más atención, con una cierta curiosidad de querer adivinar qué se nos quiere decir. Intentar dialogar con ella para saber qué nos quiere explicar, provocar, mostrar.

En la comunicación gráfica, no todo tienen que ser letras reconocibles, signos habituales, palabras que nos resultan fáciles de descifrar. 

Por eso hay que aprender a descifrar lo que nos revelan los signos artísticos que se crean para contemplarlos, pero también para comunicarnos sensaciones.

Veamos en cualquier obra extraña su forma, su color, su superficie o textura, su tamaño dentro del espacio, el lugar donde está colocado dentro de todo el lienzo, la apariencia que tiene en relación a lo que está a su alrededor.

El mismo signo nos puede provocar sensaciones diferentes según las personas que lo observamos. Pero curiosamente, también sensaciones distintas según el día que la misma persona observa el conjunto. 

No hay que buscar nada más en el ARTE, es tan simple como una forma de comunicar sensaciones, que a veces resultar agradables y otras violentas o feas. 

No siempre tenemos la obligación de entender lo que se intenta decir. Hay decenas de idiomas diferentes y tan solo entendemos algunos de ellos. 

Y es posible que una obra no quiera decir NADA de nada, que simplemente sea un elemento que intentó ser agradable y que ha llegado hasta nosotros.

Nota.: La obra que vemos es del artista Daniel Bagnos

La arteterapia para curar y es divertida

Quien nos intente convencer de que la arteterapia cura el alma o cura enfermedades del espíritu por sí misma, como si fuera una medicación sencilla, está de alguna manera ampliando sus beneficios reales, que aunque son muchos no son tantos, como también sucede con la música o la relajación, o a través de otros medios ajenos al arte de construir imágenes. 

Pero sí es cierto que el Arte en general ayuda a entender la vida de otra forma, pues amplía nuestras miradas hacia lo bello, incluso hacia lo feo, abstracto, duro, provocativo, pero sin duda obligándonos a mirar de otra forma lo que nos rodea, lo que nos convierte en más exigentes con todo (o al contrario) y en perder esa exigencia excesiva hacia nosotros mismos. 

Para desarrollar la Arteterapia solo se necesita comprar un instrumental básico y ponernos a dibujar o pintar. Yo recomendaría empezar por aquellos elementos que tienen además un componente de “tocar” el color, elementos lo más naturales posibles. Sin olvidarnos del papel del barro y le cerámica.
 
Hacerlo en una academia está muy bien. Ayudarse de una persona que haga terapia contigo, también funciona mejor. Eso lo debes elegir tú. Pero lo importante es la actividad del arte. De practicar y de ver, de observar y analizar. De tocar el color (la materia) con las manos o con los ojos.

Como en toda técnica de dibujo o pintura, el carboncillo es fabuloso para aprender a dibujar, a crear sombras y modular los volúmenes, y además nos encaja perfectamente en la Arteterapia, pues nos obliga a terminar difuminando con los dedos, a emplear las manos como herramientas, pues también llevamos el propio carboncillo entre las manos. Nos ayuda a mancharnos, lo cual es también un buen ejercicio.

Este “tocar” los elementos, nos ayudará a liberarnos del estrés, a notar un beneficio psicológico por la relajación que produce, pero simplemente por estar empleando elementos tan naturales como color y manos. 

Carbón en este caso. Estamos controlando nosotros la creación de luces y sombras, y lo hacemos con los dedos, con la vista, con la palma de la mano, con trapos. Con el barro es una sensación muy similar.

Parecido beneficio tendremos con las acuarelas, que nos obligan a “jugar” con el agua, a emplear un elemento tan simple, que al mezclarse con las anilinas o con los colores diversos, logramos diferentes tonalidades en basto, en bruto, con las que simplemente añadiremos manchas al papel. 

Estaremos desarrollando habilidades de nuestras propias manos, que además servirán para relacionarnos con los demás, a través de la contemplación o de la muestra.

Y si quieres implicarte en otra técnica, como apuntaba antes el modelado de barro es también fabuloso. Volvemos a las técnicas más naturales. Carbón, barro, agua, color, papel, madera. 

Son técnicas ancestrales, que ya empleaban los primitivos. Son técnicas además que siguen empleando con destreza los niños. 

Ensuciarse, manchar papeles, tirar y romper, seleccionar, elegir, conservar. Pegar trozos, hacer collage, adivinar qué es cada parte de un todo.

Simplemente estás “jugando” con tu mirada particular, con tu forma de ver los objetos, los colores, las formas, las sombras, los diversos puntos de vista de un mismo objeto. 

No te preocupes si piensas que eras adulto. Es solo por un tiempo. Luego dejarás de serlo, ya lo verás. Y volverás a ser aburrido.

Y recuerda que lo de menos es que quede bien, que además quedará bien. 

Lo demás es divertirse, tocar, mancharse, oler, convertirse en ese niño que a veces nos han prohibido con academicismos que coartan. El arte es precisamente eso, divertirse creando. Si un artista no se divierte con su obra, nunca la continúa.

Salvador Dalí y Sigmund Freud. Unidos por su complejidad


Para Salvador Dalí, el médico neurólogo Sigmund Freud daba sentido y explicación a su propia personalidad compleja. A través de su forma de entender la psicología, Dalí comprende sus propias fantasías, miedos, deseos, frustraciones. 

Sigmund Freud lo anima a transformarlas en imágenes que han pasado a formar parte de nuestro patrimonio artístico, en casi una suma muy personal de personajes que mostrando sus fobias, miedos y traumas que se originan desde su infancia, construye un mundo paralelo y fabuloso.

Liberados de sus dudas sobre Dalí, los propios surrealistas franceses acogen al español en sus reuniones parisinas. Tiene un universo visual maduro, llena sus obras de paisajes con alucinaciones psicóticas y personajes con delirios poco normales, y además Dalí quiere desarrollar su propia teoría en torno al subconsciente.

Arriba vemos un dibujo de Dalí a Sigmund Freud y abajo la obra de Dalí: Metamorfosis de Narciso pintado en el año 1937 y con la que hizo entrada en Londres, para que la observara Freud.



Neocubismo de Salvador Dalí


El Salvador Dalí adentrándose en el surrealismo y tras un periodo de pintor figurativo fue trabajando el cubismo de aquellos años 20 del siglo XX, que crecía buscando nuevas formas de expresión. Un neocubismo que iniciaba entonces su andadura y que continua en el siglo XXI transformándose.

Esta obra la realizó Salvador Dalí en el año 1926, cuando tenía 22 años de edad. La tituló "Composición con tres figuras" y es un claro ejemplo de aquellos trabajos neocubista de la época. Un cuadro de dos metros de altura al óleo sobre lienzo.

Se encuentra en el excelente Museo del Monasterio de Monserrat. Hace dos años estivo expuesta en la ciudad de Viena en una exposición en donde trabajaban conjuntamente la visión o mirada de Salvador Dalí y de Sigmund Freud. O mejor explicado, la influencia de Freud en la obra de Dalí.

10.5.25

Arte Urbano y Publicidad para Kill Bill


La persona que se encargó de la campaña de marketing de las películas 'Kill Bill', sabía perfectamente lo que deseaba hacer, y su campaña de publicidad exterior que se usó para promocionar la película dirigida por Quentin Tarantino, supo plasmar sus características sangrientas y agresivas a través de vallas publicitarias en la calle, en ascensores y baños públicos.

La sangre del cartel no es real, lógico, y la escena tampoco pues los coches era parte del anuncio, y en este caso en la ciudad de Auckland en Nueva Zelanda no se manchó ninguno para la publicidad. Pero este anuncio para televisión impactó.

El Arte y sobre todo en Publicidad, juega con engañarnos como sucede en el cine o en la literatura. No se trata de que sea verdad, sino de que lo parezca y nos provoque. Hablamos de una obra de arte urbano de 2003.

Un Salvador Dalí diferente. Dibujo


Todos los que viajamos por estas páginas, por este pequeñito museo de arte, reconocemos la obra de Salvador Dalí. Sus obras conocidas o no tiene una personalidad muy propia, su surrealismo es diferente a otros surrealismos de las mismas fechas. 

Pero Salvador Dalí no siempre pintó con obras grandes surrealistas. Antes se adentró por la pintura y el dibujo figurativo, como en esta obra de muy joven.

Se pintó (dibujó) en el año 1923 con 19 años de edad, y la tituló "Pareja" en donde vemos un boceto de una pareja de dos figuras, femenina y masculina, sentados en un banco. Eran tiempos en los que las hojas de papel se utilizaban por las dos caras, a veces incluso se hacían varios bocetos en cada hoja, pues no había un exceso de posibilidades.

Si observamos las posiciones de las manos o incluso la mirada de la figura masculina, podremos intuir que ya en Dalí sus formas expresarse nos querían decir cosas.

La obra se encuentra en el Museo de Monserrat.

8.5.25

Esgrafiado artístico catalán en Barcelona


En las fachadas de los edificios también se puede intentar realizar Arte que convierta en diferente un edificio, y sin la ayuda de la Arquitectura Artística que puede resultar más cara, pues requiere de arquitectos consagrados. 

Son los llamados esgrafiados, grabados sobre el revoco de la fallado.

En Cataluña es muy habitual ver en sus comarcas más del norte e interiores, obras en las fachadas con este tipo de intervenciones, como grabados estucados en relieve con marcas o símbolos a veces familiares o simplemente para embellecer el edificio.

El esgrafiado tiene origen en los albores de la Civilización. Es un tipo de grabado decorativo que hoy se realiza sobre el revoco durante su inicio de fraguado. Se puede realizar a uno o varios colores y se proyectan los dibujos en el muro, mediante plantillas o estarcidos.

En España ha habido mucha tradición mudejar en los revestimientos de fachadas, si bien la tradición italiana es la que más ha influenciado en los esgrafiados de cal. Se realizan tradicionalmente con motivos geométricos o los florales. Pero muchas veces son también indicativos de la familia o de los oficios del lugar.

Barcelona tiene una fuerte tradición en la ejecución de técnicas de esgrafiado de más de dos siglos, y culmina con los diseños de la época Noucentista, que todavia adornan las fachadas por todos los edificios al L´Eixample
.

David Bueno nos habla del Arte con propósito


¿Qué entiende por arte el profesor David Bueno?

Un acto creativo, simbólico y flexible, y con un propósito.

¿Qué propósito?

Contar, conmocionar, emocionar. Desde niños. Si el niño sube a los árboles y juega es Arte y Formación o Aprendizaje. ¡Está creando!, ¡Altamente formativo! La educación, hasta los ocho años, debiera primar juegos, motricidad, artes: música, dibujo, poesía… En el cerebro infantil las neuronas son más plásticas que nunca al establecer conexiones, de modo que los juegos, los movimientos y el arte intensifican esas conexiones para futuros aprendizajes. El niño que pinta o dibuja ganará facilidad para aprender cualquier cosa: sea matemáticas, lenguaje, empatía o habilidades sociales y comunicativas.

Hoy está preocupándonos mucho a todos la salud mental.

Un consejo: ¡ponte a crear! Crear lo que sea es lo que apuntala tu salud mental.


David Bueno. Catedrático de Neuroeducación, Premio Josep Pla 2025


Nota.: Entrevista en La Vanguardia mayo 2025

2.5.25

Goya y el IX Duque de Osuna, Pedro Téllez Girón


Francisco de Goya además de un tremendo artista y visionario de sus tiempos, fue un trabajador incansable en múltiples facetas artísticas a lo largo de su vida. No hay un Goya sino varios.

Hoy os dejo un retrato del Duque de Osuna, Pedro Téllez Girón, el IX Duque de Osuna a cuya familia le hizo varias obras por encargo, un Goya que en esos años se dedicaba precisamente a las obras particulares que eran en realidad trabajos como si de un estudio fotográfico se tratara.

Esta obra pintada sobre 1799 (hay dudas sobre la fecha pues en algunos casos incluso la colocan después de la muerte del retratado) y de algo más de un metro de altura, al óleo sobre lienzo, viene firmada en el papel que el protagonista sujeta en la mano. 

El Duque de Osuna era un hombre de gran influencia en aquel Madrid que se movía entre la incapacidad política y el crecimiento de las Artes.

Es una de las pocas obras de Goya en las que el retratado mira de perfil, no de frente, pero en la que se sigue trabajando esa facilidad que tenía Goya de presentarnos con su pintura los rasgos de la personalidad de sus clientes. 

En este caso ambos se conocían bien, era una relación amplia entre los dos pues el Duque le había encargado antes casi una treintena de obras diversas.

Es una obra para su uso particular y familiar (una de las grandes familias de la España del siglo XVIII), que representa lo que había sido la casa de Osuna desde tiempos pretéritos:una familia que representaba la seguridad, el mando y la decisión política. 

Por eso se refleja en el cuadro a Pedro Téllez como un hombre que tiene poder, con un bastón que lo simboliza y una mirada llena de seguridad en sí mismo.




1.5.25

Boceto para El Lotus Azul de Tintín, por Hergé



Este es uno de los bocetos que el dibujante e historietista belga Georges Remi (más conocido desde 1924 como Hergé) hizo como documentación para su libro "Le Lotus Blue" o El Loto Azul en castellano, una recopilación de historietas que fue publicando en el suplemento infantil Le Petit Vingtième desde el verano del año 1934. Las primeras aventuras de Tintín nacieron en el año 1929 cuando Hergé tenía 22 años.

Aquellas páginas, dos cada semana se volvieron a reimprimir con correcciones y a color, pues las primeras eran en blanco y negro, ya en el año 1946 por le Editorial Casteman. Con posterioridad la propia editorial ha realizado diversas reediciones incluyendo en algunas de ellas historias de otros personajes también creados por Hergé.

El álbum El Loto Azul, está considerado por los especialistas en su obra como un trabajo de transición entre el Tintín primitivo de las tres primeras historietas y el notable cambio que representará El Loto Azul y que mantuvo ya en los trabajos siguientes.

Hergé realizo un gran trabajo de documentación para toda la historia que refleja en este libro, acerca de aquella China de principios del siglo XX, con la intención de ambientar adecuadamente la continuación de la historia.

Intentó huir de la visión estereotipada de aquella China que intentaba crecer en todo los aspectos incluidos los religiosos, y muy poco conocida en Europa, para intentar reflejar más acertadamente lo que ya por entonces era un país que despertaba gran interés en todo el mundo occidental.

Cuando Hergé se disponía a recopilar documentación sobre China, contactó con él el padre Gosset, capellán de un grupo de estudiantes chinos de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica. 

El sacerdote, que había seguido la obra anterior del dibujante, le pidió que intentara describir de forma apropiada a China, que se documentara muy bien de la actual realidad para que sus estudiantes, grandes seguidores de Tintín, no se sintieran decepcionados por la repetición de la visión equivocada que desde Europa se tenía de China.

Hergé le hizo caso, habló con muy diversas personas que tenían relación con China, leyó obras de la época, hizo muchos bocetos para sin salirse de su estilo poder reflejar bien el país y que fuera fácilmente entendible por los niños belgas, y cambio sus formas de dibujar ganado todos una excelente saga de un personaje que se hizo famoso en todo el mundo.

La fragua de Francisco de Goya


Este cuadro lo pintó Francisco de Goya al óleo sobre lienzo entre los años 1815 y 1820, no hay seguridad en la fecha.  Es ya un Goya artista mayor, en sus últimos años de trabajo en pintura de gran tamaño, pues esta tiene 182 centímetros de altura.

Es una escena de taller en la que vemos a tres hombres trabajando en la fragua, que da título a la obra como "La Forja" o "La Fragua". Están los personajes agrupados alrededor del lugar de trabajo para golpear el hierro candente. 

Uno de ellos queda de espaldas al espectador, con los brazos en alto blandiendo un martillo y dispuesto a golpear la chapa al rojo vivo sobre el yunque.

Hay un segundo hombre que está de frente con gesto de fuerza, y un tercero ya mayor que los otros dos y que casi no se ve, que parece realizar una labor que requiere menor esfuerzo físico, como sujetar algo. 

La pose de sus cuerpos en tensión y los movimientos violentos incluso de las ropas otorgan a la escena un gran realismo.

Existe un dibujo del Álbum F que repite la misma composición y que podría haber sido realizado como un apunte del natural. Los atuendos de los trabajadores contribuyen a aumentar el dramatismo dejando ver sus brazos musculosos y el pecho al descubierto, señal del calor asfixiante que conlleva este tipo de trabajo.

La paleta de tonos y colores que Goya empleó en esta obra es bastante oscura. El uso del color negro y de colores terrosos muy oscuros y posiblemente ya sacados directamente del recipiente y sin mezclar, adelanta ya el período artístico de los últimos años de Goya.

Es una obra que se encuentra en la The Frick Collection de Nueva York, recientemente abierta de nuevo al público.


Bebedores delante de la chimenea de 1660


Esta obra realizada sobre 1660 se tituló "Bebedores delante de la chimenea" y es atribuida al pintor alemán Hendrik van der Burgh.

Es un óleo sobre lienzo de78 centímetros de altura de la colección Frick que se encuentra en New York.

Sobre todo es una fotografía, una imagen de un tiempo, un retrato de un momento, con su ambiente, sus trajes, sus modos de estar.