Esta imagen tiene ya muchos años, pero refleja bien la idea de que el Arte está muchas veces en la mirada. en saber encontrar un encuadre, un punto de vista. Aunque sea muy minoritario.Mark Rothko tenía el suyo propio, sus tipos de manchas, es formas, de colores, de mezcla de esos matices tan suyos. Esos contrastes entre colores muy básicos pero reconocibles en sus obras.
La motivación de Mark Rothko para pintar sus grandes campos de color, aparentemente simples, era precisamente trascender la representación para llegar a la esencia pura de la emoción humana.
Podríamos decir que Rothko llevó la idea que explorar por eliminación al completo de cualquier tipo de representación o "simulacro" de la realidad en su Arte. ¿Algo real? ¿Para qué si ya existe, si ya lo vemos sin necesidad del Arte.
Él quería expresar emociones fundamentales, Rothko no estaba interesado en pintar objetos, personas o paisajes. Él quería pintar las grandes emociones humanas: la tragedia, el éxtasis, la fatalidad, la espiritualidad.
Decía: "El hecho de que mucha gente se deshaga en lágrimas ante mis cuadros demuestra que puedo comunicarme con esas emociones humanas básicas. Las personas que lloran ante mis cuadros están teniendo la misma experiencia religiosa que yo tuve cuando los pinté".
Quería y buscaba eliminar obstáculos, Para él, cualquier figura, cualquier objeto reconocible en el lienzo, era un obstáculo entre la emoción del artista y la experiencia del espectador. Quería una comunicación directa, sin la distracción de tener que "reconocer" algo. Las manchas de color eran el vehículo más puro que encontró para lograrlo.
Y sobre todo deseaba crear una experiencia inmersiva para sus espectadores. Rothko pintaba lienzos de gran formato y quería que el espectador se sintiera "dentro" del cuadro. Al estar de pie frente a una de sus grandes obras, los campos de color envuelven nuestro campo de visión, creando una experiencia casi espiritual o meditativa.
No es un simple cuadro para "mirar", sino para "experimentar" dentro de él.
Rothko rechazó pintar la apariencia del mundo para intentar capturar la esencia de la experiencia de estar vivo. Sus manchas de color no son "simples", son portales a emociones profundas.