4.7.25
La Virgen con el Niño (y sin San José) de Goya
Ha llegado a la muestra de "Goya. Del Museo al Palacio" en la Aljafería de Zaragoza una nueva obra de Francisco de Goya, La Virgen con el Niño (y sin San José) no siempre una obra totalmente reconocida como realizada por Goya sino atribuida, y pintada entre 1772 y 1773.
Es un cuadro pequeño, de 84 centímetros de altura, un óleo sobre lienzo de propiedad particular, y que se debió realizar por encargo para una capilla particular de Zaragoza, posiblemente junto a La Piedad, pues son dos obras muy similares en su tamaño.
En su forma y detalles recuerda a las pinturas de la Cartuja de Aula Dei salvando las distancias por el tamaño de la obra y por ello del tamaño de las pinceladas. Hay otra obra muy similar y realizada en las mismas fechas pero en donde también aparece San José. Obra realizada por Goya o al menos también atribuida a Goya según quien la revise.
Los análisis científicos realizados a la obra han mostrado que Goya pintó directamente sobre el lienzo, sin dibujo o boceto previo y que “reutilizó un lienzo en el que ya podría estar pintado un San Francisco de Paula” pues se observa un personaje barbado ataviado con un hábito monacal.
3.7.25
Una tsa tsa de la India del siglo XIII
Una tsa tsa (también tsatsa) es una pequeña tablilla de madera o de arcilla como esta, un elemento para hacer votos o rezos, una pieza escultórica utilizada en el budismo tibetano. Estas placas suelen llevar imágenes sagradas y decoración en relieve, hechas en moldes con arcilla o tierra apisonada, pero a veces pueden utilizarse otros materiales como el metal.
La forma habitual es la de un pequeño chorten o estupa, una especie de pequeña iglesia o templo, que también se ve a veces en el Tíbet, donde es una forma funeraria especial.
Esta que vemos arriba es una tablilla hecha en arcilla en el siglo XIII en la India, con una representación en relieve de Buda u otros elementos budistas. Estas tablillas se utilizan como ofrendas votivas en lugares sagrados, como estupas o cuevas, o se pueden regalar como actos de devoción. Suelen ser rectangulares con la parte superior redondeada
Pueden mostrar a Buda en diversas posturas como en este caso, como sentado en posición de vajrasana con las manos en bhûmisparsa mudra (tocando la tierra), o también con símbolos budistas como la rueda del dharma.
Estas tablillas votivas budistas indias son objetos de devoción y reflejan una forma de arte que enseña la rica iconografía, y la práctica religiosa del budismo en la India.
La zaragozana Kumiko Fujimura y un pájaro
Esta es una sección de una obra mucho más grande de Arte Oriental realizado en el año 1958 por la artista Fujimura Kumiko. Es un dibujo en tinta china sobre el papel titulada "Flores de ciruelo rojo y blanco".
Todo es relativo. La delicadeza del Arte Oriental es mucho más relativo. En la obra con tinta china el ciruelo rojo está dibujado en blanco y negro. El color se lo ponemos nosotros al imaginarlo. Si además solo muestro el pájaro que estaba posado en una rama del ciruelo, ya entonces es incluso imposible imaginarse el ciruelo.
Vayamos a lo menos relativo. Kumiko Fujimura es una artista japonesa que vive en Zaragoza desde el año 1997. Un lujo de alguien nacida en Osaka pero que quiere trabajar el Arte en Zaragoza. No vino directamente a Zaragoza, vino a España y luego de un tiempo, casi 9 años, se instaló en Zaragoza.
He realizado exposiciones en medio mundo, desde Moscú a Chicago, pasando por La Habana, Tokyo, Madrid o Roma.
El surrealismo de Goya, antes del surrealismo
Este es un personaje de Francisco de Goya, de un grabado de Los Caprichos, del número 63. Pero este no es un dibujo ni un grabado de Goya.
He sacado el personaje y lo he reconstruido fuera de su grabado, para mostrarlo sin su contexto. ¿Qué os parece el personaje de Goya, redefinido?
Todos admitimos como bueno que en 1924 nació el Surrealismo. Pero en realidad El Bosco en el año 1500 con su Jardín de las Delicias abrió y dio esplendor a esa manera de pensar ante la pintura.
Y Goya continuó con estos ejercicios de surrealismo, antes de nacer el surrealismo de manera digamos que oficial.
Es imposible crear un personaje como este, y como decenas de ellos a lo largo de sus grabados como hizo Goya, sin tener claro que su imaginación venía de sus sueños, de su interior, que estaba abriendo un camino casi nuevo, aunque él ya venía de imaginarse ángeles sin piernas y alitas en la espalda para sus obras religiosas.