Es un dibujo sencillo, fácil incluso, un dibujo para practicar al aire libre y que nos sirve de ejemplo para aprender un poco las técnicas de bocetaje que a veces se pueden convertir en obras finalizadas, un dibujo urbano interesante. Recuerda que lo importante es el encuadre. Aquí esta obra sin la farola, la mujer o la pared de la derecha que marca las distancias de la obra y su relieve, todo sería mucho más aburrido. Eso y el contrapeso de los elementos a derecha e izquierda.
Es la Plaza San Felipe de Zaragoza y es un dibujo de 1925, pero nos daría igual pues nada ha cambiado ni tampoco en las formas de realizar la obra. Un papel de color, crema, marfil, cálido. Y un juego de pinturas de colores, acuarelables o no, y un elemento para perfilas las líneas.
Puede ser un lápiz, una pluma, un rotulador, un rotring o similar, etc. A lápiz suave hacemos los primeros trazos para bocetar levemente el conjunto y buscar volúmenes y distribuir los espacios en el papel.
A partir de esas líneas de lápiz suave, iremos haciendo con acuarela o con lápices de color que luego si son acuarelables podemos humedecer, las manchas de color.
Puedes utilizar dos colores de la misma tonalidad y gama, o uno solo en dos tonos, a modo de más o menos diluido en agua. O pasando por superposición varias veces el mismo tono por las zonas que deseas oscurecer, multiplicando el color y la fuerza del tono de abajo.
Finalmente con el rotulador vas perfilando los detalles del dibujo, y terminas con un lápiz en tonos grises para hacer sombras y darle volumen.
Finalmente si deseas remarcar con calor alguna zona, como en este caso el vestido de la mujer o algunos tonos rojos más vivos, o los azules del cristal, los acabas añadiendo.