30.9.18

Kusturica: El despertar de la pesadilla de la razón

Que siempre produce monstruos, Goya dixit.

Año 89 y cae el muro. Nace un nuevo deporte de aventura: ir a comprar insignias, instrumentos y cachivaches a los países recién liberados por Mercedes-Krupp. Antes de que el litro de cerveza suba en U Fleku de Praga.

Imberbes alemanes pasean enhiestos y gallardos en la gris y rosa pastel Praga, que se despereza como decorado. Strawberry fields ¿forever? En la que los restaurantes se preparan para el postmodernismo en forma de ser de nuevo art-déco restaurado, maquillaje de yeso, y ser como siempre literatura… “Yo que he servido al rey de Inglaterra” del sutil Bohumil Hrabal…

Cargado de libros, preparo los ojos para el Teatro Negro y compro en Nerudova una litografía que he perdido, una visión naïf de la Praga donde todavía quedábamos judíos. La mirada huidiza de los bellos eslavos checos pasa de refilón y sortea el sonido de los gritos y pisadas de los alemanes adolescentes.

La evidencia sentida pero con mirada ingenua: no puede ser que con toda la información estemos repitiendo el pasado. No puede ser que se le haya educado tan mal a los aussies y a los wessies, que repitan esta ocupación ociosa que también estoy padeciendo como pueblo menos orgulloso, como repetirían ocupación económica en Zagreb.

Yo quería negar la memoria histórica, no quería que en mí se cronificara como histérica.

Luego llegó la pesadilla Vukovar y Sarajevo, todos judíos y palestinos en zancocho para la aplicación de la religión verdadera. Llegó la confirmación de que toda generación tiene su guerra o ensayo de guerra en Europa, por televisión tomando posiciones y violando chetniks o bosnios con pantalones vaqueros de cintura alta, los Lee de entonces, conduciendo los Nissan Terrano primera generación. A mí me pareció insolente y escandaloso por postverdadero.

Amarga parábola real que dejó varias secuelas: el imperio único del capitalismo globalizador, sí, pero -como más íntima- la constatación de la certeza de que los intereses reinan, de que los poderes económicos deciden destinos en escenarios con fuego real y dictan los Pactos de la Moncloa y no sé sabe muy bien, qué pueden llegar a enmendar los padres de la Patria o la Constitución… Que el perdón ¿recíproco-Paracuellos? sobre el que estaba edificada la transición no era ninguna Ilustración sino un paquete de palillos para caracoles.

La música álgida, tenebrosa y fascinante, por gitano-zíngara-serbia, de Goran Bregovic, esa música de sangre, todavía hoy me hace palpitar por dentro nihilismo y desprecio por la muerte, me cobra alegrías y tristezas en ciclo precisamente no bíblico.

Nadie se ha podido imaginar de momento, o nadie sabe cómo hemos podido evitarlo, ese escenario de francotiradores en las Ramblas de Barcelona o magullando para siempre la catedral de Palma.

La paz implica demasiada renuncia de los humillados que siempre merece la pena. Por favor, dejemos de invocar principios de igualdad material de los que no se tienen conocimiento ni por los que no se tiene pasión en los países de sangre.

No mentemos la bicha, aquí hay que enfriar, aquí hay que ser templado con ribetes y retrogusto sanguinario en determinados días y en ceremonias populares y familiares casi tribales… En bodas y funerales… El cine de Kusturica se comprende demasiado bien en tantos lares…
30/09 Luis Iribarren

Se quedaron sin ropa y nadie les dijo nada

La luz era de atardecer, pero tamizada por la artificial de la calle que inundaba entre sombras el local abandonado. Allí estaban inertes, casi como siempre, pero desnudas, sin trabajo. Habían cerrado el local y no se las habían llevado a su retiro. Los vestidos sí se fueron. Creo que nunca tuvieron cabeza, pero tampoco estoy seguro pues igual existen cabezas de quita y pon para estos casos. Lo de los brazos ya me pareció más complicado. ¿Y ahora? Me imagino que los embargos las romperán, o el polvo las oscurecerá. Pero mientras tanto seguirán en la calle del centro, sin entender qué ha sucedido para que les quitaran sus ropas.

24.9.18

Antonio Pollaiuolo y sus dibujos del cuerpo humano

Antonio di Jacopo Benci llamado Antonio Pollaiuolo fue un pintor y escultor italiano del siglo XV que sobre todo trabajó como es lógico por la época, obras de carácter religioso. pero su contribución al arte tiene que ver con su habilidad para trabajar de forma magistral las figuras del cuerpo humano, sus gestos y músculos, tanto en grabados como en pinturas.

Os dejo como muestra un grabado “El combate de los hombres desnudos” y una pintura de San Miguel luchando contra el dragón del año 1465.


Arte Urbano en la fachada de la CNT

En la fachada de la sede de la CNT de Martorell me encontré esta obra que no puedo asegurar que se creará así o que algún ataque de vándalos la haya convertido en lo que ahora se ve. Que me perdone el artista por dudar. En cualquiera de ambas posibilidades me pareció una obra que debía pillarla y proyectarla en el blog. Y aquí os la dejo, como arte urbano pero a la vez como arte con mensaje, aunque no sea sencillo descifrarlo.

Ganaremos al otoño, pero antes reflexionaremos


Nos entra el otoño para llevarnos en volandas hacia el invierno y nos muestra colores fríos, morados y marrones, ocres y naranjas que contrastan a tope con los verdes heridos de muerte. Es la victoria de la muerte, el renacer del nuevo año, es el vino y el hogar, el abandono del Dios Sol para recapacitar y tranquilizarnos. Es la depresión que se vence luchando.

22.9.18

Robert Mapplethorpe y sus flores. Pero no sus penes

Deberíamos estar hablando con calma del fotógrafo Robert Mapplethorpe y de su amplia y bella carrera como fotógrafo, de sus excelentes composiciones, de sus bellas imágenes de flores, de sus fotografías de los famosos de New York en unos años importantes para el arte mundial. Pero la mojigatería que nos abruma nos lleva a los caminos de la autocensura.

Ahora ha sido el director del Museo Serralves de Oporto, Joâo Ribas, el que ha tenido que dimitir por exponer obras de Robert Mapplethorpe (fallecido hace 29 años) con una temática sadomasoquista que ya produjeron dolores mentales en los años 80 del viejo siglo. De nada sirve ahora, tiempos grises y muertos, que pensemos que se está mostrando toda la obra completa de un gran artista fallecido hace 3 décadas, si entre sus bodegones enseñamos penes de gran tamaño o posturas que algunos creen incorrectas. De nada sirve recordar que a una sala de un museo se entra si se quiere, que no es obligatorio entrar. Ni recordar que sería bueno saber leer, para fijarse en el cartel de la entrada donde se advierte que aquello podría herir sensibilidades.

En los últimos tiempos he visto decenas y decenas de exposiciones diversas. En algunas de ellas hay muertos, penes cortados en la mano de salvajes, niños con mucha hambre, mujeres violadas, restos de guerra, dolor y heridas. Pero eso se puede ver, no supone gozo sino dolor. No es sexo, es sufrimiento. Y enseñar que algunos sufren está bien, y si algunos sufren mucho y mucho…, pues está mejor. Pero si enseñamos tetas de mujer o de hombre la cosa cambia.

Incluso yo he optado por elegir una fotografía de Robert Mapplethorpe con unas flores, para que Facebook no me vuelva a bloquear, pues el resto de entradas no se lo merecen.

Sí. Si si, es el siglo XXI. ¿A que no lo parece?

21.9.18

Hangares vacíos, excepto de cadáveres ancianos


En las grandes ciudades nadie aprovecha los hermosos huecos de los árboles enfermos. Son hogares vacíos de pájaros que no están. Como hangares sin aviones abandonados a su suerte. Pero es que las grandes ciudades tiene muchos huecos negros donde nadie entra a mirar, espacios donde se oculta la luz negra e incluso el dolor. Si pudiéramos entrar a este garaje negro, veríamos algunos huesecillos de ancianos animales que buscan los hogares en solitario, las tablas, la cama solitaria del abandono. No, no caben personas.

Dentro hubo una persona. Siempre muerta

No. No, no. Dentro ya no hay nadie. Pero hubo alguien. Una persona. Posiblemente como tú. O como yo. Una persona viva y a la vez una persona muerta. Un comunista o un socialista. Lo sabemos, sí. Por eso tiene el distintivo rojo. 

Un comunista o un socialista rojo en el campo de exterminio de Sachsenhausen. 

Sería una ropa ocupada por uno de los 30.000 asesinados cerca de Berlín simplemente por tener ideas. Pudo ser incluso el traje de algún prisionero español, no lo sabemos, pero allí, entre ese bosque que hoy sigue existiendo para revolver tripas, había varios cientos de conciudadanos españoles y entre ellos Francisco Largo Caballero, un presidente socialista enfermo al que Franco, ese señor bajito, mandó guardar allí pero no matarlo. Sólo sufrirlo.

20.9.18

¿Existe lo mágico? Creo que en el 4 sí

Mi 4 es mágico, no sé el motivo. Bueno, ni me importa, sobre todo porque lo mágico no existe. Lo majico sí. Pero el 4 tiene su punto, su “aquel” su forma y misterio. Este 4 es de una planta; al ir subiendo en el ascensor vas viendo reflejado el piso sobre los cristales. Y en el 4 suelen poner sensaciones de categoría. Como en el 3, es cierto. Pero cuando subimos al 4 es por algo interesante y de gran espacio. 

Me gustan estos número mágicos contrastados contra los ladrillos viejos. 

—¿Pero no habíamos quedado en que no existe lo mágico?— Bueno…, en el 4 sí existe. En todo lo demás ya no.

¿A quién le mandarías esta flor? Regálasela, es fácil

¿A quién le darías esta flor?
¡¡Mándasela!! no esperes, y sobre todo no esperes a que la espere

Si alguien está esperando tu flor, mándasela, es fácil. Simplemente tienes que querer.

Esta flor tiene una gran ventaja con respecto a muchas otras. Está viva, no está cortada. Es gratis. Es bella y aunque no huele puedes ponerle imaginación para creer que sí.

¿A quién le mandarías esta flor?

¡¡Regálasela!! no esperes, pues seguro que esa persona te ha regalado muchos momentos vivos y de gran color.

La España conocida pero no siempre reconocida

Hay algunas veces que nos tenemos que enfrentar contra nuestro propio espejo, mirarnos y reencontrarnos. Esta imagen es de España, una simple iglesia en España. Pero no lo parece. O me parece a mi que no lo parece. Podríamos estar en Grecia, en Turquía, en Croacia, pero en cambio es España. Nuestra riqueza cultural es amplísima y a veces aunque hayamos escuchado hablar de los lugares, no siempre son bien reconocidos.

No es un alegato para viajar por España, que sería maravilloso poderlo hacer, es un reconocimiento a lo que tenemos y no siempre valoramos bien.

Eugenio Sempere y sus ritmos lineales

En 1953 Eugenio Sempere crea una serie de obras con guache sobre papel de la que os he dejado arriba una sección de la titulada “Ritmo Lineal”. En un manifiesto que hace en París en el año 1955 nos deja escritas unas líneas muy claras explicando sus trabajos de entonces y sus formas de pensar.

“En mis trabajos se une a la alegría de lo que es simple e ingenuo, la tragedia que supone todo intento de creación artística con los medios escasos que la materia ofrece al hombre”.

Muchas veces los artistas queremos atrapar la luz, el movimiento, el espacio, las formas naturales, la realidad, la presencia física de algo para potenciar o idealizar lo que es real, pero es imposible lograrlo pues la propia realidad es tan compleja que intentar copiarla es imposible. Nos supera siempre y nos resulta imposible copiarla para mostrarla.

Aragón musical culto: Antón García Abril, un aragonés genio

Quizá la composición musical más raveliana e identificable por la plebe –yo en conocimiento de música clásica llegaría a la categoría de chusma-, la pieza más excelsa de la música culta de la segunda mitad del siglo XX es la banda sonora de este tulorense, Don Antón García Abril, para “El hombre y la tierra”.

Yo siempre lo imagino en mitad de una berrea, atisbando huellas o buscando boletus en los Montes Universales, monte a través sin encontrar nada ni a nadie en la Comunidad de Albarracín, concibiendo esta pieza como Delibes su reposada, nostálgica y precisa literatura de cirujano. Es una sintonía que tiene todos los elementos de empatía con las imágenes concebidas por el gesticulante y aspaventado Félix Rodríguez de la Fuente.

Con bellísimas adaptaciones a sus míticos momentos de avistamiento de aves y pequeña fauna sin molestar, en los que la música de Antón creaba un hilillo-melodía de arroyo, propio del mejor Händel. Qué rumorosidad tan apropiada para no perturbar ese desierto de silencio con pinos hasta Cuenca, machadiano.

Juntamente con la sintonía de Vangelis para Blade Runner, mi película favorita, y que se incorporó al “Informe Semanal” vía dupla roja Mateo-Erquicia –ese “El País” con imágenes que era esa emisión en el Balbín-period, y la sintonía anterior de “Crónicas de un Pueblo”, me parecen las tres elecciones más logradas de música creada o pagada incorporada como sintonía.

“Anillos de Oro” y “Brigada Central” musicalmente también nos penetraron, como la posterior música de Miyar para la 2 de los programas de viaje en los 90.

Aragón, musicalmente, es imposible de terminar.

Y, como composición culta del maestro, es muy recomendable y goza de un grado de exquisitez con grasa entreverada la audición de su “Concierto Mudéjar” de 1986, con el que nos transportamos en alfombra mágica de Teruel a Tabriz o Fez… Fascinante uso de la guitarra española que tiene conocidos antecedentes rodriguescos y anteriores.

Antón García Abril también es autor de uno de los mejores títulos en cualquier disciplina artística que he leído nunca, por nitidez, brillantez y capacidad de ensoñación. Otro fascinante homenaje como es el “Concierto de las tierras altas”.

Aragonés serrano adaptable, conocedor y apasionado de la historia y dúctil, de esa franja en que Aragón se dulcifica vía Cuenca y se sensualiza y huele al azahar que sube de Segorbe, aromatizando almendras y trufas en su especiado paso…

14.09 Luis Iribarren.


19.9.18

Puesta del sol en Chile. Belleza diaria

Chile es un país amablemente extraño, un amigo muy alargado, muy esbelto pero algo desgarbado por su altura, que anda por el mapa del mundo como queriéndose caer, pero siempre levantando la mirada pues sabe que sin él, no se podría cerrar América por el Oeste.

Que esa es otra, Chile tiene 6.500 km de costa al mar Pacífico y lo lleva como algo natural, como si fuera fácil tener tanto mar para tan poca gente. Yo me imagino a Chile, tan alargado él, y me acojono, lo veo con la mirada de España, que somos redondos y donde no nos entendemos ninguno entre nosotros y me entra pánico. ¿Cómo es posible que se entiendan los chilenos con tantas distancias? De Zaragoza a Huesca hay 72 kilómetros y nos cuesta mucho el querernos. ¿Cómo se pueden amar entre Arica y Punta Arenas que los separa 70 veces más de distancia? Es la misma distancia que hay entre nuestra Zaragoza y Kazajistán. Si no nos entendemos con Huesca ¿nos podemos imaginar el entendernos con Kazajistán?

Me dice Luis Iribarren que en Santiago de Chile amanece por los Andes y el sol se pone por Valparaiso, que sería incluso sencillo de entender y no darle importancia excepto por un detalle lógico. Al sol en Chile le cuesta salir del todo pues tiene que vencer las montañas, lo hace tarde y mal pues lo realiza cuando ya el sol está con dos bemoles y cansado de vivir el día. En cambio al llegar la noche se oculta como desparramandose por el mar, como queriendo compensar ese nacimiento diario casi a escondidas.

De Chile hay algo que nunca he entendido bien. ¿Cómo se puede celebrar la Navidad en verano? alguien debería decirles a los chilenos que eso como poco parece pecado. La Navidad hay que hacerla con nieve y frío, con chimenea y no en bikini, con sopa o verdura guisada y no con helados y sorbetes. 

Eso es básico para el bien morir. Es que si no…, irán al cielo y se lo encontrarán quemando, muy caliente, como nuestro infierno para pecadores. Hay que ponerse de acuerdo en esto. Que si no —hay que decírselo— todo les saldrá al revés cuando suban allá arriba.

Otra duda que siempre he tenido y que no quiero preguntar. O sí, no lo sé. ¿Cómo llaman los chilenos a la temporada de calor, a la de diciembre? ¿Para ellos eso es invierno o verano? ¿Para un chileno la época de más calor es el invierno de diciembre o a esos meses les llaman verano? Son dudas razonables ¿no?

Para mi Chile empezó siendo casi un crío como un espacio temporal donde los socialistas podían gobernar. Me imaginé un país donde hablaban además como yo y en donde un socialista gobernaba por que así lo habían querido sus ciudadanos. Aquello, en los años en que en España gobernaba un señor bajito y con muy mala hostia, me parecía fabuloso. Luego entendí enseguida que no era posible soñar. Que al final siempre gobiernan los mismos, y que los sueños duran poco. Lo malo es que en algunos sueños te despiertas para morirte, como les sucedió a Allende y a Neruda.

La gran ventaja que tiene Chile si eres millonario, es que siempre puedes tener calor o frío, lo que quieras pagar. Es tan largo que te puedes permitir el lujo de estar en el hielo en Navidad o en los calores durante el frío agosto. Para España es una pequeña putada que no se le pudiera dar la vuelta a la América del Sur más amiga. Voltearla en horizontal. Que nos pillara más cerca Chile y Perú y más lejos Brasil. Pero igual en Chile no querrían.

De entrada sé que Chile es un gran país, además es un país grande, y que debería seguir mirando al mar en vez de mirar hacia las montañas. me dicen que detrás de las montañas hay muchos corralitos enormes. Que esa es otra. ¿Para qué sirven los corralitos tras las montañas?

Nota.: La imagen nos la manda la chilena lectora Marisol Lara, bello apellido de una diosa habladora. ¿Cuánto nos podría contar de Chile una persona que se apellida Lara?

El caos está en Valencia, y es muy moderno

El caos puede ser incluso entendible. Es decir, descifrable. El caos estuvo entre nosotros durante muchos años de anteriores siglos, simplemente porque el caos lo edificamos las personas. Como en la imagen de Valencia que me envía Luis Iribarren. Caos del futuro, diría yo.

Estamos a punto de lograr que desaparezcan los demás con el golpe de un mensaje, de un tuit, dándoles con un Facebook en la cabeza. Así que un golpe de spray tiene que ser igual de sencillo. Podemos estar inmersos en la basura más absoluta de una puerta que no nos conduce a nada. Si acaso a más caos. Pero sentimos la necesidad de repintar al contrario para que desaparezca.

Los romanos lo hacían con los leones y los cristianos a partes iguales. En la Inquisición los espetos eran comunes según me dicen los libros y no de sardinas precisamente. Ahora somos más civilizados y empleamos el spray que todo lo tapa. pero es lo mismo, intentar que no se vea “al otro” aunque sea a costa de tenernos que tapar la cara nosotros mismos.

Camino de Santiago, sin fronteras

El Camino de Santiago es ese lugar no dibujado en el mapa de las naciones, y que hace sociedad pues lo recorren personas. Lo he visto señalado por los suelos de Holanda, en Francia o en España, pero nunca he visto fronteras en este Camino de Santiago. Las personas que lo hacen se empeñan en que no existan fronteras en un camino tan largo y eso es un detalle que a muchas personas les debería hacer pensar. ¿Cuándo se inventaron las fronteras?

En esta imagen que me manda Luis Iribarren de un lugar cualquier de un paisaje cualquier del Camino de Santiago SIN FRONTERAS vemos dos frases simples. Repasémoslas. Es una buena mochila para emprender caminos sin fronteras.

Sé siempre tú mismo!!

La vida es corta pero ancha

18.9.18

Mariquitas negras, llenas de manchas amenazantes

A veces tenemos en casa acompañantes a los que no hemos invitado, son ocupas que te vienen sin preguntar y que se van si los acusas de algo malo. En este caso tengo mis dudas. ¿Qué son? ¿Son bueno o malos? ¿Qué le harán a mis tomates de otoño? Muchas dudas.



Unas flores desafiantes de final de verano

Tras despuntar la luz inicié mi caza matutina de bellezas moradas. Con mi propia caña de pescar me acerqué sigilosamente antes de que las nubosidades se apoderaran de toda la luz. Y allí estaban ellas, desafiantes, bellas y elegantes. 

Las pillé y me las llevé sin apartarlas de su lugar de nacimiento. Simplemente fueron atrapadas para vosotros, para poderlas ver como imágenes y no como flores.



15.9.18

Escuchemos los sonidos mientras miramos

Esta agua caía hace 14 años a la fuente verde de Barcelona, para refrescar un verano ya muy viejo. Aquella agua era única en ese momento, salía para mojar y se perdía. Formaba parte del paisaje líquido de entonces. Ha caído tanta ahora desde entonces en esta misma fuente, que ya ni el verde existe, ni el agua es líquida, ni yo estoy mirando la calma del sonido.

Si, los sonidos también se pueden mirar; incluso las calmas se dejan observar lentamente. 

Todo lo que sentimos dentro se puede mirar con los ojos, que es por donde antes entran las sensaciones. El sonido es más lento. El tacto es más personal y complicado. 

Y no se trata de estar chupando la fuente, creo yo.

11.9.18

Una luz deja de ser luz en cuando le apagas la luz

Podríamos pensar que las luces de las botellas quieren volar, desean salirse de su encierro y aprovechar la puerta abierta para salirse de la cava, pero no es verdad. 

Para eso estábamos allí nosotros, para sujetarlas y reprimirles sus deseos. 

Sí, a todas ellas aunque fueran muchas, y acepto que no debió ser fácil, como respuesta vuestra. Y no lo fue. 

Pero una luz deja de ser luz en cuando le apagas la luz.

Las botellas que esconden amores y alegrías

¿Cuántas fiestas se encierran entre estas botellas sin abrir todavía? ¿Cuantos abrazos, recuerdos, alegrías, sexos, diálogos, lágrimas? Ellas mismas quieren salir pero no saben encontrar la puerta, nos están esperando, pero cuidado, pues dentro de cada una de ellas se esconden deseos y energías junto a promesas y sonrisas. No las deberíamos defraudar.

10.9.18

La fuerza de la delicadeza de una niña con poder

La fuerza de la delicadeza, del amor a lo débil, del respeto a quien tiene toda la razón pues no tiene nada de fuerza.

La vida está llena de fuerzas y dolores porque no mandan los débiles, los dulces de carácter, los suaves de temperamento o los delicados y amorosos.

Una niña siempre será una niña…, hasta que los adultos la conviertan en otro adulto disfrazada de terror. Pero si a una niña no la estropean los adultos, siempre será una niña hasta que ella decida crecer. Hay niñas con muchos años. Y adultos con pocos aunque ya babeen.

Tan solo una niña es capaz de acorralar a un soldado armado de hierros. Ella sabrá tratarlo mucho mejor que lo que él la trataría a ella si fuera llena de muñecos o balones.

El problema en Palestina es tan grave, tan enrevesado y complejo…, que es posible que solo lo puedan resolver las niñas. Bueno…, tal vez también los niños. Habría que mirarlo.

------------------

La imagen es del Campo palestino de Refugiados de Ayda o Aida, a 2 kilómetros de Belén. Viven hoy cerca de 3.000 refugiados palestinos que vivían en pueblos destrozados por el ejército israelí entre 1948 y 1967. Un abrazo y un reconocimiento para la catalana del mundo Marisol Lara, que sabe perfectamente del dolor de lo inconcebible.

9.9.18

El cine de Montxo Armendáriz: Tasio…, de entrada

“…dicen las murmuradoras, que con la hija de Patxi te han visto pasear…”

El cine como único consuelo para la ruina, padre que había pagado hasta la fuente de agua potable y el frontón de su pueblo cuando volvió de América

Levantando el embargo mientras mi hermano se emborrachaba día sí y el siguiente también, empalmando partidas de mus con tardes de pacharán y vino amargo de frustración

Yo tomaba doce cafés abstemios y de achicoria, liaba muchos cigarros de picadura y fumaba si se podía algunas farias cuando había, al volver de plantar los manzanos para los jesuitas

Ni pensar en casarse hasta levantar el embargo, ni soñar con jornal fijo hasta Papelera que hizo que el dinero empezara a correr

Ni soñar tampoco en ver nada más que la rodilla de ellas, viviendo como animales… Flaco con el infarto creciendo dentro, era el menos rápido cuando madre sacaba la tortilla de tres huevos sin colesterol y cebolla para siete hermanos…


Madre, que habló con el maestro porque yo calculaba demasiado rápido, lo que no me sirvió para apartarme como mi hermano, y le dijo que no podía estudiar más allá, que padre estaba en cama por fiebres maltas y ya no podía ser una boca sino dos manos más

Devuelto del seminario, donde a la tercera noche me echaron por manchar el jergón soñando con ella…


Ése es el cine de Montxo Arméndariz, eso evoca para mí y tantos… y tuve la oportunidad de decírselo en mis errantes nochebuenas en la Pamplona de los 80. En que iba obligado y dejaba a mi familia sola, sola de mi insoportabilidad, y me metía horadando la niebla en los cines Golem de San Juan. Siempre me ha gustado el Planetario-Plaza-Jardín dedicada a Yamaguchi, donde arribó mi antepasado Francisco de Javier (o Jaso y mi Azpilicueta) y podía prolongar así mi batalla contra el tedio y la incomprensión de lector que provocaba, menos en mi padre.

Viendo alguna película modo cines Renoir, ambos dejábamos que nuestras familias nos preparaban la cena viendo cine en la helada tarde de Pamplona. Coincidimos más de un año y luego tomábamos un tinto antes de volver a casa. Allí conocí a su amigo y actor fetiche José Mari Asín, que bordó tres monólogos de Fo en el Teatro del Mercado de Zaragoza. Demostrando que el teatro no tenía por qué ser un pastiche postmoderno de escenarios colosales y vatios Royal de Luxe, caiga quien caiga. Forma de divertir que se ha definitivamente impuesto, aturdiendo a los niños para inmovilizarlos.

Nos vimos antes de su preciso retrato e inmortalización de la bella Ochagavía en “Secretos del Corazón”, lugar profundamente conocido por mi padre que allí rancaba patatas. Que se desarrolla en el mismo momento, la España del frío y del hambre de los 40, que irónicamente nos afectó incluso a las familias carlistas que veían a Franco como instrumento.

Pero fue “Tasio” la que me volvió del revés, mi familia por ambas partes habían tenido que ser como tantas en los montes de Huesca y Navarra carboneros. Fabricantes de carbón vegetal.

El protagonista Patxi Bisquert se entretenía jugando a pelota, viviendo un mundo de hombres animalicos. Jóvenes escasos pues la guerra mermó las quintas y que difícilmente podían acercarse a las crías de sus pueblos. Mujeres, por otra parte, cuya sexualidad se reducía por reírse de forma tímida y nerviosa ante cualquier roce o pellizco Pero no exentas muchas de ellas de una sensualidad con la que se nace.

Todos ellos precipitados a matrimonios de conveniencia porque la casa lo exigía, con desconocidos con los que no se convivía y algunas veces incluso homosexuales si se hubiera podido… Pero no… Preguntando ellas a las hermanas o a las vecinas si…

Ellas… al servicio de suegras autoritarias y beatonas –más en el caso de Navarra-, antes fregando de rodillas, cuando murmurar era pecar, sometidas al bombardeo de napalm en forma de rosarios del Movimiento a donde sistemáticamente los que se saltaban en Madrid las normas con Ava Gardner, nos quieren hacer volver a los demás.

Esa habanera triste resume la película. Empezar a festejar bailando los domingos de músicos de tu pueblo, en las fiestas rígidos y distanciados, no moviendo la cadera sensual como podía hacer el mulato Mola que levantó Pamplona…

Todo eso y mucho más que está en la memoria afectiva de varias generaciones puso Arméndariz el navarro en celuloide. Homónimo del fascinante Pedro Armendáriz Hastings, actor de Buñuel en la magnífica “El Bruto”.

07.09 Luis Iribarren.

6.9.18

Dejemos al otoño entrar. Es necesario

Quiere venir el otoño, dejémosle entrar pues con él nos viene el avance del tiempo. Necesitamos renovarnos y poder tirar las pieles viejas y ya muertas.

Sin el otoño no vendría el invierno, y lo que es peor, no saldrían nuevas flores en primavera. Aunque ya no seamos nosotros los que brillemos con nuestra juventud.

5.9.18

Zaragoza-Napoli: la verdadera Vía Pignatelli

Me está tocando navegar con placer y delectación por un verano napolitano, casual, no porque lo haya decidido. Pero es que unos amigos muy queridos allí han ido, y a la maravillosa costa amalfitana y Capri, y me han mandado unas fotos fantásticas.

Al alimón de que profundicé en el cine y la literatura de Sorrentino, en esa onda italiana de reacción estético-clasicista-popular –de todo tienen afortunadamente- contra la atonía de la Europa de los Mercaderes. Que sigue un poco –o antecede, da lo mismo- a la descripción de Markaris del sufrimiento griego desde Atenas, en forma de literatura negra.

Las fascinantes novelas del autor o autora que ha elegido como seudónimo a Elsa Ferrante, la revisión de la música de Renato Carosone, la sacudida que me provocó conocer Stabia de la mano de “Gomorra” novela-ensayo-película del perseguido Saviano, han supuesto una banda sonora y literaria napolitana imprescindibles en mis aventuras artísticas de los últimos años.

Respecto de la que apunto una primera negación: excepto por la parte de determinada gastronomía, que incluye en las pizzas la albahaca oscense, Nápoles y Palermo no son las Sevilla italianas. El sur italiano tiene algo de fenicio, pero mucho más de nitidez griega y aragonesa nada y nunca autocomplaciente. En Italia es una onda expansiva de somardismo y nitidez que siempre inspira peligro y salta las alarmas, Napoli como problema por excesivo nervio y sensualidad.

Así, la falta de proyección y proyecto europeo e internacional de Zaragoza debería elegir a estos puertos de arribo del sur italiano como ejes del proyecto, no tanto a Toulouse-Tolosa, feudataria en su día de los reyes de Aragón.

Es punto conocido que existe una construcción catalano-aragonesa que sustenta la relación, un Castel Aragonese. También que la mafia se originó ante la superior injusticia, es historia, de la administración castellana-austria de las vías Toledo-Napoli y Maccheda-Palermo respecto de la tolerante desconcentrada de los reyes Aragón.

Volviendo a Zaragoza, tenemos que nuestro principal vecino y ciudadano sin ambages es de origen y carácter volcánico napolitano. A Misser Pignatelli, visionario en la consideración de Zaragoza como cruce de caminos que necesitaba agua, le debemos sin duda y junto a la pérdida de Cuba y la producción de remolacha, el germen del salto a la ciudad de 100.000 habitantes que originó los mimbres de la ciudad actual, con agua suficiente en la mitad del desierto.

El origen de Ramón Pignatelli y Moncayo, cierto es, es esta preciosa mansión de la rama que heredó el patrimonio familiar en Napoli, ciudad donde formó su memoria afectiva, estudiando también en Roma.

A este preclaro napoli-zaragozano le debemos la necesaria humedad que consigue con achaques en el valle del Ebro el fascinante escenario creado por la marítima y el suelo volcánico del Vesubio, lugar de impresionantes vinos con sabor ahumado.

Imaginamos que Pignatelli, familiar por otra parte de Aranda, tendría cumplido conocimiento de la historia de Aragón. Y vino a aproximar con su gestión la pujanza napolitana a la de la capital histórica, que no principal ciudad ni marítima, de la Corona. Ahora Nápoles es puerto-Gomorra y Zaragoza el principal aeropuerto de mercancías del sur de Europa… A ver si tiene quién le escriba.

La falta de proyectos estratégicos para Zaragoza ciudad es palmaria, el pulso cultural y de proyección exterior de la misma no existe o es anodino… Empecemos por nuestra propia historia… Es un trabajo de Zaragoza pues el Gobierno de Aragón y España abandona este período histórico por conveniencia: para no reconocer que uno de los mayores polos de conocimiento en la historia política y económica española tuvo a Zaragoza como líder e impulsora desde un punto de vista y origen urbano, como cabeza y cabecera de Aragón: la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País.

Que se basó en el fecundo intercambio entre Napoli y Zaragoza, por este orden. Que revisó y actualizó las conexiones fecundas creadas en la Baja Edad Media.

05/09 Luis Iribarren

Nota.: Esta entrada se la dedicamos al grupo musical de Zaragoza: Los Nápoli, un pequeño grupo que quiso traernos a nuestra ciudad la música de Renato Carosone y se me cruzó en la vida en 1970. ¿De verdad existió alguna vez el año 1970? Juan José Miravete sí existió.

Darle la vuelta a la vida no es tan complicado

Si damos la vuelta a la vida seguimos teniendo lo mismo que antes, pero tal vez con otros reflejos, con algunas distorsiones que enseguida se calman a poco que el viento sople a favor.

Se mantienen los colores, los enfoques, incluso se adivinan claramente las formas. Pero hemos dado la vuelta a la vida. 

Si acaso lo que queda boca abajo son las aceras y caminos por donde creíamos avanzar. Así que tendremos que inventarnos otros.

4.9.18

Arte privado en las zonas públicas de New York

El reconocido artista neoyorquino Jeff Koons expuso en las calles de New York esta “Bailarina sentada” realizada en nailon de gran tamaño a modo de globos hinchados como son todas sus últimas obras durante el verano del año 2017. Un ejemplo de arte urbano que va un poco más allá del clásico Street Art de los muros, pero que en realidad sirve para lo mismo, para llenar de color y de paisajes una zona ya muy conocida por los propios habitantes de la Gran Manzana y que representa un ícono turístico más para los visitantes. Una obra de 14 metros de altura que sin duda sorprende y que además intentó concienciar durante el Mes Nacional de los Niños Desaparecidos en mayo de 2017.

Situada enfrente a la puerta de entrada del Rockefeller Center fue un montaje realizado entre el artista, el propio Rockefeller Center, la Art Production Fund y la marca de productos de belleza Kiehl’s. Se unen pues entidades privadas con el artista para crear un espacio que con los permisos municipales pertinentes crea movimientos económicos en la zona y muestra un paisaje artístico novedoso.

3.9.18

Ya suena a Navidad y vosotros no lo sabéis

Es imparable, es inevitable, es incluso bueno. Vuelve la Navidad, ya está aquí, preparada, agazapada para caer sobre nosotros. Y sobre nuestros bolsillos. La Navidad es parte de nuestra forma de entender los años, de consumir los bolsillos, de ver luces y sombras, de discutir con nosotros. Y con los demás.

Creéis que se acaba el verano, que vamos a entrar en un otoño caliente, como todos, pero es mentira, lo que vamos hacer es prepararnos poco a poco para la Navidad. Os guste o no. Ya suenan los villancicos en la cosas de los diseñadores. Los catálogos se empezaron a fabricar en junio, esos van por adelantado.

Zonas de confort tremendamente inútiles

Una zona de confort es un lugar fácil, muy conocido, ya explorado, sencillo, cómodo, donde no hay que explorar ni trabajar sino tan solo dejarse llevar. Estar.

Las zonas de confort son una trampa pues nos sujetan y aprisionan, evitan que innovemos, que salgamos al frío a conocer nuevos animales humanos o inhumanos. Lo cómodo en realidad es lo contrario a lo útil.

Pero las zonas de confort pueden ser feas, tremendamente inhóspitas, absurdas e inútiles. Podemos encontrarnos bien, simplemente por que no hayamos explorados otras mejores.

Una ventana que parece torcida

Las sucesivas pinturas sobre la pared han logrado torcer la ventana. Dentro sigue estando el dormitorio, fuera no está la calle sino las escaleras de subida. Las casas viejas no siempre tenían las ventanas donde debían.

2.9.18

Madrid antes de que se despertaran

No es un oso que tira, sino una bella señorita que intenta que compres. Separación de ideas o búsqueda de nombres hermosos. Nunca se puede estar en la cabeza de quien inventa.

Era pronto, el sol todavía no atacaba el suelo, la luz se tamiza con los techos de colores para que después no atacara demasiado. La señora de rojo me miró un instante y pensó: qué coño estaba haciendo yo allí, tan pronto, con la cámara en los ojos. Los señores de las piernas abiertas estaban a lo suyo.Yo también.

La sensación que tuve era la de un cuadro perfectamente enmarcado. Era el siglo XXI metido en el XVIII. Una calle de Madrid antes de que se despertaran.

Sin pestillos no se podría vivir

Un pestillo es un elemento de cierre. Se puede abrir, sí. Pero su función principal es cerrar. Encerrar. Privar.

Los pestillos se desplazan sobre sí mismos, como las personas. Se mueven para dejar entrar o no. Como las personas. Se mueven pero poco. Se giran, se levantan, parece que miran. Pero poco.

Un pestillo es maravilloso para disimular, para parecer y desaparecer, para asegurar. Sin pestillos todo podría ser  posible. Con pestillos todo es posible.