Vamos a recomendar cine de altos vuelos, que desarrolla guiones en magnífico castellano. La crisis catalana anuncia un giro hacia que exclusivamente Madrid y Sevilla lideren una relación cultural renovada con América.
En México se ha hecho siempre excelente cine, liderado y ejecutado en su momento de eclosión también por aragoneses que han dejado una huella surreal que se advierte e incrementa por la forma de alimentarse y vivir de nuestros primos del oeste, como es sabido.
Los nuevos creadores de la actual industria cinematográfica mexicana están viviendo una reedición de la década de oro de Buñuel-Gavaldón-Raúl de Alda-Silvia Pinal, del calado de la de la eclosión de Berlanga-Saura entre nosotros.
Ahora no les estamos dando la réplica, sí desde Buenos Aires. Porque tienen indudables ventajas de libertad y posición. Así y sin renunciar o poniendo en valor sus raíces, del mismo modo que con el traslado a Los Ángeles de Bunbury o la consagración de Los Lobos, están haciendo propuestas mucho más latino-californianas con indudable interés.
Mexicanizando Hollywood con un cine mestizo y de frontera, que asimismo reflejan las músicas de DePedro y Caléxico.
El centro de poder, económico, de nuevas tecnologías e industrias del ocio, por no mencionar agrícola y ganadero, hace décadas que en USA ha desplazado su giro a la Costa Oeste.
Cuarón estrena “Roma”, película de magnitudes épicas, todo un repaso por la sociedad mexicana priista a partir de poner la mirilla en el devenir de la clase media de D.F. que habitaba la Colonia Roma. Me espero un guión de un sello de calidad modo Carlos Fuentes.
La colonia es el escenario, por otra parte, de la monumental “Los Detectives Salvajes” de Bolaño, con una energía en sus primeras 150 páginas solo comparable al arranque de “La Cartuja de Parma” de Stendhal.
La película promete. Ya “Gravity” fue una lección de dirección de Clooney. En esta ocasión, disfrutaremos sin duda de la desconocida pero intrigante actriz a eclosionar Yalitza Aparicio. Cuarón es el director que, en mi opinión, mejor ha dirigido a Maribel Verdú, lo que no es un mérito escaso.
De la misma generación que Cuarón y del Toro, González Iñárritu también se encuentra bendecido y en su máxima expresión de esplendor artístico.
Ha dirigido una parte del mejor cine de lo que llevamos de siglo con registros, guiones y actores muy diversos. A mí me causaron una enorme conmoción “Amores Perros” y “Babel”. La primera la suelo revisitar porque consiguió que me entusiasmara Gael García Bernal.
En su haber también se haya como logro la brillantísima “El renacido” con un estelar por superdotado DiCaprio al mando.
Ambos directores beben de un guionista equivalente al gran José Alfredo Jiménez en música. Se trata del fascinante Guillermo Arriaga, al que habrá que atender con detenimiento y devoción.
México estira, perfuma y modela una nueva cultura en torno al español como vehículo, que adelanta un mundo sin muros culturales fronterizos. Y que cala con facilidad y es un espejo y modelo para nuestra sociedad. Puesto que España, madre cultural, debe recomponer legislación, vida cotidiana y los excesivos lazos feudales de su barroca relación con la Iglesia Católica.
La República mexicana marca una pauta liberal para abordarlo, siquiera tenga otros problemas de narcotización institucional, pobreza manifestada en mayor medida con los indígenas por clasismo, nulo respeto a la mujer y de analfabetismo funcional de buena parte de su población.
Luces y sombras que producen un cine poderoso, diferente y que refleja las tensiones que se producen en las sociedades económicamente emergentes en todo el orbe.
21/12 Luis Iribarren