17.12.16

Sin escape, pues las muñecas miraban

Sin escape

Al amanecer no recordaba nada de lo sucedido.
Sola, en el suelo, rodeada de muñecas que me miraban fijamente, pensé que saldría fácilmente del encierro.
Minuto a minuto fui comprendiendo que las muñecas no eran un simple adorno.
Sus rostros mostraban satisfacción, alegría, pero lo inquietante eran sus miradas.
Miradas intensas que me decían que jamás lograría escapar.
Autora: Flash

Nota.: Poema encontrado por esos viajes que realizo por colegios zaragozanos. Un ejemplo de que las escuelas públicas de Zaragoza trabajan muy bien la literatura, si los alumnos creen que es necesaria para ser mejores personas.

Arriba, una sección de un cuadro de Luis Feito