19.9.18

Puesta del sol en Chile. Belleza diaria

Chile es un país amablemente extraño, un amigo muy alargado, muy esbelto pero algo desgarbado por su altura, que anda por el mapa del mundo como queriéndose caer, pero siempre levantando la mirada pues sabe que sin él, no se podría cerrar América por el Oeste.

Que esa es otra, Chile tiene 6.500 km de costa al mar Pacífico y lo lleva como algo natural, como si fuera fácil tener tanto mar para tan poca gente. Yo me imagino a Chile, tan alargado él, y me acojono, lo veo con la mirada de España, que somos redondos y donde no nos entendemos ninguno entre nosotros y me entra pánico. ¿Cómo es posible que se entiendan los chilenos con tantas distancias? De Zaragoza a Huesca hay 72 kilómetros y nos cuesta mucho el querernos. ¿Cómo se pueden amar entre Arica y Punta Arenas que los separa 70 veces más de distancia? Es la misma distancia que hay entre nuestra Zaragoza y Kazajistán. Si no nos entendemos con Huesca ¿nos podemos imaginar el entendernos con Kazajistán?

Me dice Luis Iribarren que en Santiago de Chile amanece por los Andes y el sol se pone por Valparaiso, que sería incluso sencillo de entender y no darle importancia excepto por un detalle lógico. Al sol en Chile le cuesta salir del todo pues tiene que vencer las montañas, lo hace tarde y mal pues lo realiza cuando ya el sol está con dos bemoles y cansado de vivir el día. En cambio al llegar la noche se oculta como desparramandose por el mar, como queriendo compensar ese nacimiento diario casi a escondidas.

De Chile hay algo que nunca he entendido bien. ¿Cómo se puede celebrar la Navidad en verano? alguien debería decirles a los chilenos que eso como poco parece pecado. La Navidad hay que hacerla con nieve y frío, con chimenea y no en bikini, con sopa o verdura guisada y no con helados y sorbetes. 

Eso es básico para el bien morir. Es que si no…, irán al cielo y se lo encontrarán quemando, muy caliente, como nuestro infierno para pecadores. Hay que ponerse de acuerdo en esto. Que si no —hay que decírselo— todo les saldrá al revés cuando suban allá arriba.

Otra duda que siempre he tenido y que no quiero preguntar. O sí, no lo sé. ¿Cómo llaman los chilenos a la temporada de calor, a la de diciembre? ¿Para ellos eso es invierno o verano? ¿Para un chileno la época de más calor es el invierno de diciembre o a esos meses les llaman verano? Son dudas razonables ¿no?

Para mi Chile empezó siendo casi un crío como un espacio temporal donde los socialistas podían gobernar. Me imaginé un país donde hablaban además como yo y en donde un socialista gobernaba por que así lo habían querido sus ciudadanos. Aquello, en los años en que en España gobernaba un señor bajito y con muy mala hostia, me parecía fabuloso. Luego entendí enseguida que no era posible soñar. Que al final siempre gobiernan los mismos, y que los sueños duran poco. Lo malo es que en algunos sueños te despiertas para morirte, como les sucedió a Allende y a Neruda.

La gran ventaja que tiene Chile si eres millonario, es que siempre puedes tener calor o frío, lo que quieras pagar. Es tan largo que te puedes permitir el lujo de estar en el hielo en Navidad o en los calores durante el frío agosto. Para España es una pequeña putada que no se le pudiera dar la vuelta a la América del Sur más amiga. Voltearla en horizontal. Que nos pillara más cerca Chile y Perú y más lejos Brasil. Pero igual en Chile no querrían.

De entrada sé que Chile es un gran país, además es un país grande, y que debería seguir mirando al mar en vez de mirar hacia las montañas. me dicen que detrás de las montañas hay muchos corralitos enormes. Que esa es otra. ¿Para qué sirven los corralitos tras las montañas?

Nota.: La imagen nos la manda la chilena lectora Marisol Lara, bello apellido de una diosa habladora. ¿Cuánto nos podría contar de Chile una persona que se apellida Lara?