22.9.18

Robert Mapplethorpe y sus flores. Pero no sus penes

Deberíamos estar hablando con calma del fotógrafo Robert Mapplethorpe y de su amplia y bella carrera como fotógrafo, de sus excelentes composiciones, de sus bellas imágenes de flores, de sus fotografías de los famosos de New York en unos años importantes para el arte mundial. Pero la mojigatería que nos abruma nos lleva a los caminos de la autocensura.

Ahora ha sido el director del Museo Serralves de Oporto, Joâo Ribas, el que ha tenido que dimitir por exponer obras de Robert Mapplethorpe (fallecido hace 29 años) con una temática sadomasoquista que ya produjeron dolores mentales en los años 80 del viejo siglo. De nada sirve ahora, tiempos grises y muertos, que pensemos que se está mostrando toda la obra completa de un gran artista fallecido hace 3 décadas, si entre sus bodegones enseñamos penes de gran tamaño o posturas que algunos creen incorrectas. De nada sirve recordar que a una sala de un museo se entra si se quiere, que no es obligatorio entrar. Ni recordar que sería bueno saber leer, para fijarse en el cartel de la entrada donde se advierte que aquello podría herir sensibilidades.

En los últimos tiempos he visto decenas y decenas de exposiciones diversas. En algunas de ellas hay muertos, penes cortados en la mano de salvajes, niños con mucha hambre, mujeres violadas, restos de guerra, dolor y heridas. Pero eso se puede ver, no supone gozo sino dolor. No es sexo, es sufrimiento. Y enseñar que algunos sufren está bien, y si algunos sufren mucho y mucho…, pues está mejor. Pero si enseñamos tetas de mujer o de hombre la cosa cambia.

Incluso yo he optado por elegir una fotografía de Robert Mapplethorpe con unas flores, para que Facebook no me vuelva a bloquear, pues el resto de entradas no se lo merecen.

Sí. Si si, es el siglo XXI. ¿A que no lo parece?