24.2.13

Una ventana que no sirve para escapar


Hay maravillosas ventanas inútiles, abiertas o cerradas a ningún lugar o a todos, pero que no sirven para asomarse. Una ventana que no sirva para mirar a su través es una ocasión perdida de lograr la libertad. Para poder escapar, antes debes estar sujeto a una puerta o una ventana, a un temor o a una cárcel. Cuando la ventana no sirve para asomarse y ver los futuros que esperan, no es una ventana, si acaso un hueco o un decorado, una repisa o un dibujo junto al mar. Este engaño está en Comarruga, pero podría estar en cualquier pensamiento poco exigente.