9.1.23

Hasta aquí llegó su primavera


Sí, se cayó y era de las últimas, intentó agarrarse a la rama, pero ya no tenía ni savia ni fuerzas suficientes, simplemente le faltaron las fuerzas. Al caer intentó volar unos instantes para ver si se daba prisa en aprender a flotar en el aire, pero no lo consiguió. Cayó de bruces y enseguida fue pisada por un señor grueso de los nervios. Hasta aquí había llegado su primavera.