Este es un fragmento de una Cruz de Término del siglo XV, realizada en arenisca tallada, una de esas cruces que se ponían en las entradas de las localidades para que los que entraban rezaran antes o incluso se confesaran y pudieran entrar limpios de pecados.
Se llamaban y se llaman Cruz de Término, Cruz de Humilladero, Peirones o Cruceros y a veces están rodeadas de algunas escalinatas a modo de grada, para poder rezar sentado. También es posible que sean la entrada a un clásico humilladero que es una pequeñita ermita o santuco en donde se ora a determinados patrones de la zona.
Suelen tener una Cruz, una Virgen, algunas imágenes de los santos de la localidad, en una cara, en dos caras o como muchos peirones de Aragón, en los cuatro lados de una columna.
Se ponían en camino para descansar rezando, en las zonas de entrada a monasterios o ermitas, en los finales de los caminos que conducían a localidades, etc.
También se utilizaban para invocar a Santos en fechas señaladas, para pedir rogativas diversas, como guías de los caminos indicando en los cruces hacia dónde había que ir, etc.