Lo que vemos en la imagen de arriba es el interior de un monasterio ortodoxo de Rumanía. Hay varios, excelentes todos ellos, y muy bien conservados. Lo de menos en este caso es señalar cual estamos viendo.
El Arte se utilizaba desde tiempos inmemoriales como elemento pedagógico, como herramienta para explicar a los analfabetos, que no sabían leer o no podían leer por no tener acceso a libros escasísimos y muy costosos, lo que se quería enseñar.
Estas paredes interiores de un buen números de iglesias rurales diseminadas por Europa, de las que en muchos países casi no se conserva ninguna, como en España, eran en su interior auténticos libros ilustrados en sus murales, en sus paredes, para poder explicar historias que en cada momento interesaba contar.
Se enseñaba lo que interesaba enseñar. No se conservan por poner ejemplo diferente, murales en donde se enseñara a ser agricultor o ganadero, o buen ciudadano. En cambio sí, ser un buen cristiano, una persona religiosa.
