23.3.22

Una flor desnuda, provocando con sus entrañas


Había explotado contra el aire, se abrió y nos mostró sus desnudos para que la observáramos en su plenitud. Una flor provocativa nos puede enseñar sus entrañas. Un señor de cualquier edad nos puede mostrar sus pechos desnudos, con o sin pelo. Pero una señora de la edad que ella quiera no debe enseñar sus tetas por llamarse tetas en vez de pechos. Es pecado y queda prohibido. No conformaremos con los desnudos de las flores.