10.3.22

Vaciemos la cabeza de mierdas. No es nada complicado


A veces tenemos la cabeza llena de mierdas.

Se nos amontonan los miedos, las basuras que nos meten.

Las que aceptamos y las que entran sin preguntar.

A veces nuestra cabeza explota por saturación.

Si tenemos intención de mantenernos frescos, cerremos la cabeza por los ojos.

No escuchemos las bonitas palabras de los vendedores de temores ajenos.

No digamos nada de nada, y demos media vuelta.

El color se puede coger con la mano, solo es cuestión de acercarse a las flores.

La música la podemos elegir nosotros y ponerla al volumen que nos venga en necesidad.

¡¡Chiss!!

El silencio cuando está la música puesta, es lo ideal para aderezarla.