6.3.21

El curioso caso de una ventana que muy pocos veían

Y no supe asomarme lo suficiente, como para saber si todo él era blanco.

Pero me lo imaginé y con eso y ya conformado, me fui en busca de otro.

Nada hay como ser cazador de imposibles. Cada vez que logras uno te sientes el rey.

Aquella ventana se quedó, pero no todos saben asomarse a ella. Incluso ni saben que está.