11.10.11

Joan Miró también se enamoraba de los cuadros sin nacer


“Esta semana espero poder acabar dos paisajes. Como ves, trabajo con mucha lentitud. Cuando pinto un lienzo me enamoro de él; un amor que nace de la lenta comprensión. Comprensión lenta de la extraordinaria riqueza de matices que produce el sol. Gozo al aprender a comprender una brizna de hierba en el paisaje. ¿Por qué empequeñecerla? Exceptuando a los primitivos y a los japoneses, casi nadie se fija en esas menudencias, que son tan divinas. Todo el mundo admira y pinta solamente la gran masa de los árboles o de las montañas, sin sentir la música de las hierbas y las florecillas, y sin hacer caso de las pequeñas piedras de un barranco”. Joan Miró – 1918

Cuadro de la imagen: “El vuelo de la libélula, enfrente de la del sol”