1.2.19

Rigveda de India, 3.000 años de literatura religiosa

Con mas de 3.000 años de antigüedad, los Vedas pueden ser de los primeros escritos conocidos a fecha de hoy que han conservado para nosotros pensamientos literarios que representan los monumentos más antiguos del pensamiento humano. 

Desde la India los Vedas divididos en cuatro bloques (Rigveda, Yajurveda, Samaveda y Atharvaveda) contienen las primitivas creencias religiosas ancestrales del ser humano donde se mezclan filosofías, creencias religiosas, versiones populares del funcionamiento social, moralidades de unos tiempos viejos que se fueron construyendo por la suma durante siglos de diferentes sacerdotes que iban haciendo crecer estos documento.

Os dejo unos textos del libro de Rigveda, donde podemos comprobar como hace 3.000 años ya se hablaba de los mismos términos en la India que se repiten en casi todas las religiones del mundo.

No había entonces ni inexistencia ni existencia.
No existía la atmósfera ni el cielo que está más allá.
¿Qué estaba oculto? ¿Dónde? ¿Protegido por quién?
¿Había agua allí insondablemente profunda?

No había muerte ni inmortalidad entonces.
Ningún signo distinguía la noche del día.
Uno solo respiraba sin aliento por él mismo.
Más allá de eso nada existía.

En el principio la oscuridad escondía la oscuridad.
Todo era agua sin diferenciarse de la nada.
Envuelto en el vacío, deviniendo,
ese uno surgió por el poder del fuerte calor.

El deseo descendió sobre eso en el principio,
siendo la primera idea del pensamiento.
Los sabios, buscando con inteligencia en el corazón,
encontraron la unión entre existencia e inexistencia.

Su cuerda se extendió a través de todo.
¿Había un abajo? ¿Había un arriba?
¿Había procreadores? ¿Había poderes?
Energía abajo, impulso arriba.

¿Quién sabe realmente lo que sucedió?
¿Quién puede decir de dónde procede esta creación?
Los dioses vinieron después.
¿Quién sabe, entonces, de dónde surgió?

¿Esta creación de dónde nació?
Quizás fue producida o quizás no.
El que la vigila desde el cielo más alto,
tal vez él sólo lo sepa. O quizás no lo sabe.