25.2.19

Aprender Arte no tiene edad, pero requiere ganas

Aprender arte tiene tantas aristas como posibilidades de crecer dentro de su seno. ¿Qué es aprender Arte? Podemos aprender a disfrutar de él, o a comprar y vender, a crearlo y contemplarlo, a entender su historia y los planteamientos que cada escuela o artista ha querido plantearnos.

Podemos aprender Arte y elegir cualquiera de sus numerosísimas disciplinas. Aunque en todas ellas es fundamental —como poco— entrar a conocer lo básico de la historia del Arte para saber en qué punto nos encontramos y desde donde venimos. 

Nada es casual, casi todo es causal, y estar viviendo este tiempo del Arte complejo y posiblemente efímero es por algo mucho más profundo que el propio Arte.

Aprender Arte debe iniciarse pronto y desde lo más básico en todas sus lecciones y facetas. Pero si tienes 60 años también puedes aprender a disfrutar del Arte tanto mirando como creando.

Si al que se adentra en el mundo artístico lo llenamos de complejidad, lo estamos asustando. El Arte es sobre todo una disciplina para disfrutar, para provocar sensaciones, para tocar el corazón o el caparazón de cada persona.

En el camino del Arte hay que conocer lo más básico y elemental de cada artista de nuestra especialidad. Cuando digo elemental quiero decir lo más reconocido, que puede ser lo más fácil o no, pero no es bueno entrar a conocer a Goya —por poner un ejemplo— poniendo encima del aula sus pinturas negras o sus Caprichos. Igual hay que trabajar antes su mirada ácida de la monarquía y sus rostros, o sus momentos históricos que tuvo que vivir hasta llegar a su obra.

No es bueno nunca ir a los museos a ver “todas” las obras. Hay que hacerlo cuando vamos de turistas pues es posible que no tengamos muchas posibilidades de volver al mismo lugar. Pero lo que realmente vemos son marcos con cuadros, espacios llenos de arte, y poco más. 

Por eso es muy importante que los museos dejen fotografiar sin flash pues de esa forma te puedes llevar a casa para mirar con calma, aquellas obras que realmente necesitan más de 8 segundos de observación.

Si a unos alumnos los llevamos a un museo y les ofrecemos todo su contenido, se agotan y saldrán vacíos de nuevas experiencias. No existe agudeza visual para contemplar de forma válida 200 obras distintas. 

Hay que tematizar la visita (incluso de "matizar" pocas obras y pocos autores) para convertirla en una sensación de que allí mismo hay mucho mas que tendremos que volver para poderlo contemplar.

La imagen es un "Lope de Vega" del siglo XVII y de autor anónimo, que se conserva en la Biblioteca Nacional en Madrid.