Sus poemas estaban al servicio de la rabia que le producían las dictaduras del sur de América.
Su apariencia era la de un juez de paz, pero nunca hubo paz en su alma
A sus 88 años años se nos va otra voz por la libertad, por la literatura de verdad, por el compromiso poético con el mundo que les ha tocado vivir.
"Usted madura y busca / las señas del presente / los ritos del pasado / y hasta el futuro en ciernes / quizá se ha vuelto sabio / irremediablemente / y cuando nada falta / entonces usted muere".