20.3.14

Mis líquenes son feos. pero son mis líquenes

Son mis propios líquenes caseros, son míos y los adoro aunque sepa que son feos y legañosos. Al mirarlos de cerca me imagino vivir entre ellos, diminutamente formado con aquel garbancito “no me piséis” del cuento infantil, pachín, pachín, pachín.

En realidad para los pocos que no conozcan el cuento del “Garbancito no piséis” termino fuera del culo pero lleno de mierda, aunque sus padres lo asearon raudos para dejarlo como un garbanzo de los de verdad.