12.8.17

Un gato empedrado no es un gato

Un gato encogido no es un gato. Parecerá un gato, pero todo encogido sobre sí mismo no debería ser un gato sano.  Así que este gato no es un gato. Es una piedra. Pintada de gato, eso sí, pero piedra al final. Si la acaricias ves que está fría, que no te lame, que no sonríe. No es un gato. DEfinitivamente si no te lame o te araña, no es un gato.