3.8.17

Ventana soriana, tapiada para que no salga nadie

Cuando no queremos ver…, y tampoco que nos vea, lo mejor es cerrar las ventanas. Tampoco con tanto ímpetu como en este caso, pues la hemos matado.


Esta ventana soriana es hermosa, bellamente esquelética, recogida de madera y hierro, definitivamente tapiada.

Nadie quiere saber qué hay detrás, dentro, es ya lo de menos. Pero sus huesos son hermosamente recuerdos de tiempos viejos.

Con el paso de las decisiones, se ha convertido en una escultura contemporánea.