27.10.19

Cena de fiesta en Casa de Leví, de Paolo Veronese

Cuando hablamos de Renacimiento pleno o Alto Renacimiento hablamos de la época posterior al trabajo del Renacimiento surgido en la Florencia en el siglo XIV para adentrarnos en el siglo XV y en los inicios del siglo XVI, con obras muchos más terminadas, donde los artistas ya tenían un papel claro y reconocido como hábiles retratadores del momento y donde la figura humana volvía a recobrar su importancia con todo lujo de detalles.

Se trabajó mucho más las escenas, el relieve en pintura, los detalles de las musculaciones y rostros, los gestos, las expresiones, los ambientes que rodeaban las escenas. Se premiaba la calidad de los trabajos, se reconocían a los artistas y se les ponía en un lugar prominente en los trabajos culturales que gobernaban las Grandes Familias de aquellos siglos, no solo ya la iglesia o las monarquías, sino también los poderosos hombres de negocios. Escultura, pintura y dibujo ocupaban ya los trabajos y encargos de aquella nueva época casi dorada.

En la imagen podemos ver la obra “Cena de fiesta en Casa de Leví” de Paolo Veronese “El Veronés”, una obra de casi seis metros de ancha, pintada en el año 1573 representando una Última Cena en tela puesta sobre la pared posterior del comedor del convento de San Juan y San Pablo. En realidad la obra era La Última Cena, pero fue requerido por la Inquisición pues en la obra se veía a bufones, soldados y gentes del pueblo y aquello no gustaba nada a las autoridades. Se le mandó retocar la obra pero al final solo le cambió el nombre hacia el que se le conoce en la actualidad, olvidándose de que fuera La Última Cena.