No
 es una obra de nadie conocido, es una simple mirada al cielo, la 
sensación de que los huecos pueden ser más importantes que los 
contenidos, que las luces son las que configuran los espacios, las 
formas, los sentidos.
Sin luz no hay 
arte, no existe la fotografía pero tampoco la pintura. Sin luz una 
escultura no tiene más que la mitad de su sentido pues muchas veces en 
una escultura es más importante la sombra que proyecta que la propia 
forma original.
