2.10.18

Lo pillé escapando, pero nunca supe de qué

Nunca pensé que huir fuera tan complicado, pero a veces hay que hacerlo entre los rotos de la vida. Por eso, a veces, antes de huir hay que pensárselo dos veces. 

¿Y si en vez de escapar medio escondido, diéramos la cara y miráramos de frente?