16.2.20

El Arte y la Cultura no sirven para nada

El Arte como la Cultura no sirven para nada. ¡¡¡Uff!!! y precisamente por eso y en la medida en que logremos que siga siendo así, es insustituible para la buena marcha de la sociedad. 

Podemos vivir sin arte ni cultura, somos animales y nuestra parte racional que ha crecido sin duda a través de las culturas, no es imprescindible.

Pero el Arte y la Cultura nos vuelve más humanos, somos la suma de varias culturas
que al final configuran nuestra identidad personal para ser humanos. Y en este camino hacia la “humanidad” social es donde el Arte y la Cultura tiene mucho que ver.

Cultura es saber leer y escribir, es entender el mundo y aprovecharse de todos los avances que antes han desarrollado nuestros antecesores. 

Pero si naciéramos en un espacio sin Arte ni Cultura de ningún tipo, y sin estar adaptados como ya lo estamos a la dependencia de los demás, podríamos sobrevivir y crecer.

Ni vamos a nacer en un espacio así, ni tenemos la biología adaptada a un mundo sin influencias culturales. Necesitamos tener Arte para Creer en algo, necesitamos Cultura para estar influenciados por lo construido antes de nosotros.

La influencia del Arte como método simple de comunicación es muy alto. Más en la antigüedad que hoy, pero sin duda también en estos momentos. 

El Arte disfraza y disimula lo que es simple manipulación. Y los publicistas lo saben bien.

Un buen anuncio de 20 segundos puede ayudar a consumir más, a dar beneficios a quien vende lo que no enseña de verdad. Ese anuncio se basa siempre en Arte de imágenes, de sonido o de guiones literarios adaptados al producto y al que observa. En mostrar como maravilloso aquello que simplemente es un objeto de consumo.

Pero… ¿no decíamos que el Arte no servía para nada?

Es que cuando el Arte lo utilizamos para otros menesteres que no sea el disfrute y la contemplación… ya no es Arte. Se ha convertido en muchas otras cosas posibles, pero en esos casos el arte con minúsculas es simplemente una herramienta, un vehículo para vender caballos viejos y enfermos.

Tampoco es Arte las obras que compran y venden los mercados por millones de dineros. Eso es inversión, es si acaso decoración o fetichismo. Pero no es Arte, pues la diferencia entre eso que vale millones y lo mismo que hace un desconocido está en su capacidad para ser vendido o comprado. 

Algo alejado del Arte. 

El Arte no se puede utilizar para mezclarlo con dinero, aunque se utilice para los negocios. Se convierte en objetos y deja de ser Arte. 

Nota.: La imagen nos muestra una exposición de Luis Feito en Madrid titulada "Una trayectoria"