El Arte durante siglos se ha utilizado como herramienta de explicación, de formación a la sociedad, pues era la manera que acompañaba la oralidad de los sacerdotes o personas influyentes, para hacer comprender lo complejo.
Un ejemplo complejo de entender desde el punto de vista de la sociedad occidental son las llamadas "Huellas de Buda" o Buddhapada. Son un símbolo fascinante y con una profunda carga espiritual en el budismo. Es como seguir los pequeños detalles de una historia milenaria, y a su vez de misterios y de ideas.
El Misterio de la Ausencia Presente: Orígenes Anicónicos de las Buddhapada.
¿Qué son exactamente estas huellas de las que vemos un ejemplo arriba y que se representaban por pares?
¿Cómo se representan y por qué surgieron en un período temprano del arte budista donde se evitaba representar a Buda en forma humana?
Pues como no se quería mostrar a Buda como un Ser similar al humanos, se empezaba mostrando solo las huellas como para demostrar que había estado allí.
Marcas Sagradas: El Simbolismo Profundo de Cada Huella.
Marcas Sagradas: El Simbolismo Profundo de Cada Huella.
¿Qué nos dicen sobre la presencia de Buda, su doctrina (el Dharma) y el camino hacia la iluminación? A menudo, estas huellas no son simples pisadas, sino que están adornadas con muchos símbolos, como la rueda del Dharma (Dharmachakra) que es un símbolo de la doctrina budista.
De la Reliquia al Altar: Uso Devocional y Expansión de las Buddhapada.
De la Reliquia al Altar: Uso Devocional y Expansión de las Buddhapada.
Estas huellas son veneradas como símbolos de la presencia de Buda, en los lugares en dónde suelen encontrarse (desde antiguos lugares de peregrinación hasta templos actuales) y han servido para difundir y mantener viva la fe budista a lo largo de Asia.
Si nos imaginamos los primeros siglos después de la vida de Siddhartha Gautama, el Buda (entre el siglo V y IV a.C., hace 2.500 años), sus seguidores querían recordarlo, honrarlo y sentir su presencia, pero existía una fuerte reticencia a representarlo directamente en forma humana.
Si nos imaginamos los primeros siglos después de la vida de Siddhartha Gautama, el Buda (entre el siglo V y IV a.C., hace 2.500 años), sus seguidores querían recordarlo, honrarlo y sentir su presencia, pero existía una fuerte reticencia a representarlo directamente en forma humana.
A esto se le llama período anicónico del arte budista (literalmente, "sin imagen"). Querían decir que hasta allí había llegado, y los mostraban con una representación artística y escultórica en bajo relieve de sus huellas.
Son pues representaciones, a menudo idealizadas y de gran tamaño, de las huellas que Buda habría dejado en la tierra. No son simples moldes de una pisada cualquiera, ¡sino símbolos cargados de significado! Pueden estar grabadas en piedra, metal o pintadas. A veces son huellas individuales, otras veces son las dos huellas.
¿Por qué no se quiso representar en esos inicios a Buda directamente, con una forma más o menos humana?
Son pues representaciones, a menudo idealizadas y de gran tamaño, de las huellas que Buda habría dejado en la tierra. No son simples moldes de una pisada cualquiera, ¡sino símbolos cargados de significado! Pueden estar grabadas en piedra, metal o pintadas. A veces son huellas individuales, otras veces son las dos huellas.
¿Por qué no se quiso representar en esos inicios a Buda directamente, con una forma más o menos humana?
Hay varias teorías. Una es el profundo respeto hacia su figura, considerando que al alcanzar el Nirvana, había trascendido la forma humana y, por tanto, era irrepresentable. Otra sugiere que se quería centrar la devoción en sus enseñanzas (el Dharma) más que en su persona física.
Es como si en lugar de tener un retrato de un Santo católico, tuviéramos un símbolo de su teoría más importante o de sus hechos más relevantes.
Así, en lugar de estatuas de Buda, los primeros artistas budistas usaron símbolos para evocarlo. Un árbol Bodhi (bajo el cual alcanzó la iluminación). Una rueda del Dharma o Dharmachakra (representando sus enseñanzas y el ciclo de la existencia). Un trono vacío. Un cuenco para mendigar. Una estupa (montículo funerario conteniendo reliquias). Y las Buddhapada o sus huellas.
Estas huellas no solo indicaban un lugar que Buda había santificado con su presencia física (o simbólica), sino que también servían como un recordatorio tangible de su paso por el mundo y el camino que él mismo recorrió y enseñó. Eran una forma de decir: "Buda estuvo aquí, y este es el camino que él nos mostró".
Así, en lugar de estatuas de Buda, los primeros artistas budistas usaron símbolos para evocarlo. Un árbol Bodhi (bajo el cual alcanzó la iluminación). Una rueda del Dharma o Dharmachakra (representando sus enseñanzas y el ciclo de la existencia). Un trono vacío. Un cuenco para mendigar. Una estupa (montículo funerario conteniendo reliquias). Y las Buddhapada o sus huellas.
Estas huellas no solo indicaban un lugar que Buda había santificado con su presencia física (o simbólica), sino que también servían como un recordatorio tangible de su paso por el mundo y el camino que él mismo recorrió y enseñó. Eran una forma de decir: "Buda estuvo aquí, y este es el camino que él nos mostró".
Muestras además que no solo estuvo sino que explicó sus enseñanzas allí, mostrando que en realidad era un hombre similar a nosotros, mortal, con los pies sobre el suelo, pero sin tener que mostrar su rostro, su figura.