28.10.25

El columpio de Goya de 1787


La obra: El Columpio, de Francisco de Goya, y que vemos arriba como diversión campestre, ya fue tratado por el pintor aragonés en otra obra, un cartón para tapiz que realizó anteriormente a este, en el año 1779, para el ante dormitorio de los príncipes de Asturias en el palacio de El Pardo. 

En esta obra que vemos arriba, vuelve sobre el mismo tema desde otro punto de vista, prestando especial atención al entorno paisajístico, que domina el lienzo, reduciendo las figuras a un tamaño menor. 

Pintado en 1787 es de una colección particular, hasta que fue robado en el año 2001 y recuperado un año después. Tiene un metro de anchura y pintado al óleo sobre lienzo.

Goya dice de la obra: Columpiando á una jitana y otras dos sentadas mirando y tocando una guitarra, con su país correspondiente"

Ese país del que habla Goya serían las inmediaciones de la finca "El Capricho", donde unos árboles sirven a estos personajes para amarrar las cuerdas del improvisado columpio sobre el que se balancea una bella muchacha. 

Alguien ha querido ver en esta joven el retrato de la misma duquesa de Osuna que fue quien encargó la obra. No es una gitana.

A menudo las gentes de clase alta gustaban vestirse con los trajes populares de majos y majas, y lo más probable es que eso sea lo que el pintor representó aquí. 

Es un ejemplo de las diversiones que los invitados de los Osuna podían disfrutar si visitaban la finca de estos nobles y mecenas de Goya llamada El Capricho.