Con la inteligencia artificial, a los que vamos cazando imágenes por las calles se nos abre un nuevo mundo y se nos cierran otros. Hay que asumir que todo cambia y que también nosotros nos tenemos que transformar. Y que en el camino perderemos algunas cosas y ganaremos otras.
Quejarnos es imposible, o al menos no sirve para casi nada en este tema. La inteligencia que lamamos Artificial ha venido para quedarse. No será sencillo regularla como algunos pretenden, pues lo que hay que hacer es adaptarnos y repensar algunos trabajos, algunos temas que creíamos totalmente asentados.
Esta imagen de arriba es inteligencia artificial. Pero está realizada con MIS ÓRDENES. De momento yo soy quien le indica qué quiero que haga y de qué manera. Cuantas más indicaciones, más original, más adaptado a lo que realmente quiero hacer.
Ya no es necesario salir a la calle a buscar Arte Urbano como el que vemos. Ahora si quiero fotografiarlo antes se lo indico, le digo qué busco y lo hago con el café en la mano.
¿Lo puede hacer cualquiera? Pues no. Lo podemos hacer los que queremos hacerlo. Como antes. Lo pueden hacer muchas más personas, pero también antes las puestas de sol bellas, las flores deslumbrantes o los paisajes urbanos grises y apagados estaban a la vista de todos, pero solo unos pocos las fotografiábamos.
Con los cambios que van sucediendo en la vida, no cabe quejarse, pues no es posible seleccionar unos y desplazar otros porque nos afecten negativamente. Todo evoluciona. Así que sí, nosotros también tenemos que evolucionar.
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Con la inteligencia artificial, la caza de imágenes en las calles se ha transformado en un nuevo mundo, aunque algunos aspectos han quedado atrás. Es esencial reconocer que el cambio es inevitable, y nosotros también debemos adaptarnos. En este proceso, podemos perder algunas cosas, pero también ganar otras.
Lamentarse resulta inútil, ya que la inteligencia artificial llegó para quedarse. Regularla, como algunos desean, no será una tarea sencilla. En su lugar, debemos centrarnos en la adaptación y en la reevaluación de trabajos y conceptos que creíamos sólidamente establecidos.
La imagen de arriba ejemplifica la inteligencia artificial, pero está creada siguiendo mis indicaciones. Actualmente, soy quien le dice qué hacer y cómo hacerlo. Cuantas más instrucciones proporciono, más original y adaptado a mi visión se vuelve.
Ahora, ya no es necesario salir a la calle para buscar arte urbano. Si deseo fotografiarlo, simplemente le indico mis preferencias y lo hace mientras disfruto de una taza de café.
¿Puede cualquiera hacerlo? No exactamente. Puede ser realizado por aquellos que lo deseen, como en el pasado. Sin embargo, muchas más personas pueden participar ahora. En el pasado, las hermosas puestas de sol, las flores deslumbrantes o los paisajes urbanos grises y apagados eran visibles para todos, pero no todos las fotografiaban.
Dado que la vida evoluciona constantemente, no tiene sentido quejarnos, ya que no podemos elegir qué cambios nos afectan de manera negativa. Todo está en constante evolución, y nosotros debemos evolucionar junto a ello.
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