Es posible que la excesiva mercantilización del mundo del Arte Contemporáneo esté tocando fondo por varios motivos. No es ajeno al abuso que se ha ido realizando en forma de precios excesivos en subastas cuando menos curiosas.
No se sabe, es imposible, el montante total de las grandes compras y ventas en subasta o similares que se producen a lo largo de un año, si acaso comparar con años anteriores las cifras que se hacen oficiales. Y en esa comparación e nota una leve desaceleración.
Si analizamos las 10 firmas de artistas que han copado los 10 obras más caras subastadas en 2023, vemos los siguiente artistas or orden de valor de su obra subastada:
Pablo Picasso
Gustav Klimt
Claude Monet
Jean Michel Basquiat
Gustav Klimt
Francis Bacon
Richard Diebenkorm,
Mark Rothko,
Wassily Kandinsky
Henri Rousseau.
Todas estas 10 obras de estos 9 artistas se realizaron en el siglo XX, desde 1901 a 1976. Cinco de ellas antes de 1930. Y sus precios se movieron entre los 139 millones de dólares y los 43,5 millones de dólares. Son las 10 obras con valor de venta más reconocido en el año 2023.
Pero en realidad el número de ventas reconocido, casi llegó a los 40 millones de obras. ¿Y quien compra tal número de obras de Arte Contemporáneo?
Pues preferentemente dos tipos de personas o entidades totalmente diferentes. Con motivaciones distintas y hacia precios con claras diferencias también
Los coleccionistas que lo hacen por amor al Arte, por inversión, por demostrarse y demostrar a sus compañeros de vida que el Arte les apasiona. Compran obras en donde el artista sea un marchamo de calidad por su nombre.
Y por otra parte comprar inversores que compran y vender obras de Arte como quien compra y vende acciones, viviendas o empresas. Quieren conocer más el mundo del arte, buscan inversiones en jóvenes artistas, sobre los que creen puede ascender por sus cualidades y compran más cantidad pero por menos dinero.
¿Y los jóvenes qué y a quien compran?
Los jóvenes entre 25 y 35 años tienen comportamientos diferentes a la hora de acercarse al arte como inversión, a la compra de arte contemporáneo. Prefieren la compra directa al artista o comprar arte online, que hacerlo en galerías físicas o en subastas. Apoyan más a los artistas emergentes y nuevos que les gusta al comprador su obra y trayectoria. Les importa muy poco el ser considerados coleccionistas de arte, pues compran por gusto.