21.1.20

La importancia de aprender a dibujar antes de pintar

Cuando estudias Arte o simplemente Pintura (si quieres ir rápido simplificando las enseñanzas) es muy normal que te canses enseguida de algo que no llegas a entender bien. Hay que aprender a DIBUJAR. Y las primeras clases, los primeros meses son de DIBUJO. Quieres tocar color, tocar pinceles, pero los profesores se empeñan en enseñarte a dibujar.

No te rebeles, es muy importante aprender a DIBUJAR y es muy necesario que dediques tiempo a ello. Dibujar es lograr aprender y/o dominar tus manos y dedos a transmitir a un papel lo que piensas.

En principio aprender a transmitir lo que ves, lo que ven todos. Unas escayolas, unos bodegones, unas sombras y unas luces. Nada más que eso.

Tienes que enseñar a TU herramienta el trabajar, para que sea capaz de realizar lo mismo que estás pensando, lo mismo que tu ves en tu imaginación. Tienes que aprender a representar lo que estás viendo, para que sea lo más parecido posible a lo que te imaginas que ves. De momento, escayolas, flores o jarrones, luces y sombras como decíamos antes.

Y para ello nada más barato que el papel y nada más fácil de corregir, quitar y sobre todo añadir como el carboncillo. En realidad se aprende con carboncillo y papel por lo rápido y barato que resulta aprender a dibujar con esos elementos. Pero recuerda que lo importante es tu mano, la conexión entre lo que deseas hacer con tu cerebro y lo que realmente hace tu mano.

Pero además debes aprender a mirar y a ver. Una escayola es un objeto inerte que está iluminada de una forma determinada. ¿Tu ves todas sus sombras y luces para convertir algo blanco y soso en una completa gama de grises que le dan forma y volumen?

Cuando intentas dibujar una escayola observas que te queda “muerta”, como sosa, sin vida o sin volumen. Simplemente es porque no has “pillado” todas sus sombras y luces. No las estás viendo. Le falta a tu obra detectar cuales son más importantes que otras para lograr que logre vida. 

Es decir… falta aprender a ver, no sabes todavía detectar las partes de luz y de sombra que convierten a tu obra en más real. Lo estás mirando y lo notas, pero todavía no lo sabes ver bien.

Tenemos con el DIBUJO que aprender a pensar con la mirada para luego hablar con las manos empleando utensilios muy diversos. 

Se empieza dibujando del natural para aprender a controlar nuestras herramientas naturales (la vista y las manos). Y de esa forma estamos aprendiendo a transmitir a un papel y luego a un lienzo lo que nos imaginamos. 

Aunque luego sean imágenes abstractas, geométricas, montajes o collages. Eso al final son técnicas ajenas al aprendizaje, al saber mirar y saber transmitir lo que vemos.

Os he puesto arriba un dibujo de Joan Miró, una obra que en apariencia no necesita el autor ser un reconocido dibujante capaz de transmitir a un papel un dibujo reconocible. Joan Miró tienes obras de juventud donde el dibujo es perfecto, demostrando un gran dominio del dibujo que podríamos llamar academicista. 

Para pintar como Joan Miró antes el aprendido a dibujar y con ello a dominar sus manos y sus formas de ver. Esta obra es del año 1953, cuando Miró tenía ya 60 años, y se titula "La sonrisa de alas flameantes". Es propiedad de Caja Madrid.