19.3.23

¿El Arte Grandioso vale más por su tamaño?


Desde siempre el Arte tiene en la grandiosidad uno de sus elementos casi imprescindibles para provocar. Una idea, si es grande, parece que es más sencillo de que nos impresione a los humanos. Es tanto como reconocer que somos pequeños y lo enorme nos asombra.

Lo que vemos es la obra "La materia del tiempo" de Richard Serra, estadounidense de padre español, escultor muy reconocido por sus obras en acero corten. 

Esta obra impresiona simplemente al verla desde lejos, en su conjunto, sin entrar a valorar su valor como idea. Por ser grandiosa ya impresiona. Pero esto mismo sucede con muchas otras obras de pintura, las prestamos atención entre otros motivos, por su tamaño.

Es tanto como asumir que estas grandes obras no son para poderlas tener en casa, en la oficina, en un lugar pequeños. Se deben disfrutar en grandes espacios. ¿En museos solo?

Hay artistas que crean obras pictóricas de diez metros cuadrados. Parecen hechas específicamente para grandes edificios oficiales. Pero en realidad eso es otro campo mental, posiblemente movido por decisiones mercantiles. El Arte pequeño, a veces casi en miniatura, existe y tiene su propio mercado. 

No sabemos hacia dónde se moverá en la próximas décadas la pintura. Hoy es grande, posiblemente para diferenciarse de la fotografía que solo en poco casos es grande. Pero posiblemente sea cuestión de tiempo, de modelos de impresión y de sensores fotográficos más precisos para grandes (enormes) ampliaciones. 

El detalle lo vemos no tanto por sus píxeles de calidad como por la distancia a la que contemplamos la obra. Una que sea muy grande la veremos a más distancia y por ello los detalles los contemplamos de otra manera. 

Esto no lleva a la otra consideración. Si esta escultura de Richard Serra en vez de 10 metros de altura tuviera 30 centímetros, lo único que cambiaría sería su dificultad en realizarla… y la distancia a la que la contemplaríamos. La idea sería la misma, el concepto y la provocación podría ser la misma. O no, pues a veces necesitamos el tamaño para dejarnos impresionar.