14.6.25

Brochazos de Goya, casi abstractos


Esta obra de Francisco de Goya mostrando al Rey Fernando VII no es la más conocida del monarca y de Goya. Pintada en el año 1815 vemos como detalla el Toisón de Oro que como condecoración lucía el Rey en la pintura.

En realidad traigo esta obra y su detalla para ver de cerca el tipo de brochazo que Goya utilizaba en sus obras, y que a veces le valió para serios disgustos como en Zaragoza con sus obras del las cúpulas del Pilar.Goya no buscaba una imitación literal de la realidad, sino una comunicación emocional e intuitiva de sus obras con el espectador. Él sabía que el ojo humano completa lo que el pincel sugiere, y que una pincelada cargada de intención puede decir más que mil detalles minuciosos.

Cuando Goya pintaba al fresco (como en la cúpula de San Antonio de la Florida en Madrid), debía trabajar rápido, sobre yeso húmedo, y en techos curvos o altos. Esto obligaba a un estilo más suelto, más gestual, casi impresionista.

Utilizaba pPinceladas sueltas, abiertas, casi sin contornos definidos. Las formas emergen de la luz y el contraste, usando colores planos o ligeramente matizados, con zonas casi abstractas si se observan de cerca. Lo que parecen manchas desde cerca, se transforman en rostros, ropajes, cielos al alejarse la mirada muchas veces por la obligación de la distancia a la que se colocaban sus obras.

Este modelo de brochazo en su pintura, es de alguna manera precursor de los impresionistas y expresionistas del siglo XIX y XX. Goya no solo pintaba, interpretaba la condición humana con una técnica que era en sí misma lenguaje. Esa mezcla de aparente descuido técnico y profundidad emocional lo convierte en precursor de lo moderno: del impresionismo, del expresionismo, incluso del arte abstracto.