2.3.19

El mar de Madrid de rojo puesta de sol

Como en Madrid no hay mar, debemos inventárnoslo para compensar. No debe existir una capital sin mar, pues enseguida sufre mal de envidias y eso está feo. 

El mar necesita sobre todo luz, sol brillando y sonido de olas. La humedad sería lo de menos. Se abre el grifo de la fuente y compensamos.