El proyecto que presentó en México combinaba escultura y pintura, aunque era la primera la que realmente formulaba más ideas, más sensaciones. Sus cabezas y cráneos ofrecen una visión casi fantasmagórica del entorno, exquisitos en su composición de conjunto que ampliaba con la introducción selectiva en algunos casos de notas de color.
Os dejo un pequeño texto del autor, sacado de la página ArtMadrid: Si hay una palabra que defina mi trabajo, es ‘introspección’. A mí no me asustan los suburbios del alma. A mí lo que me interesa del hombre es lo que no se ve del hombre, que es lo que realmente nos puede hacer aprender. Lidó Rico.