14.10.22

Los Girasoles de Vincent van Gogh han sido atacados


El número de tontos que confunden el valor de la sostenibilidad o de los movimientos de la sociedad actual, y se rebelan contra lo establecido pensando que atacar la historia, el Arte o aquello que creen representar a las generaciones anteriores, el número de torpes digo, va en aumento. Hoy le ha tocado el turno a intentar cargarse el cuadro de Los Girasoles de Vincent van Gogh, y tras lanzar botes de salsa de tomate se han rociado sus manos con pegamento y se han sujetado a las paredes.

Los gritos de estos jóvenes activistas son curiosos mientras atacaban a una obra de Arte.: "¿Qué vale más? ¿El arte o la vida?, ¿Vale más el arte que la comida?, ¿Más que la justicia?, ¿Os preocupa más la protección de un cuadro o la protección de nuestro planeta y la población?".

El ataque se ha producido sobre una de las siete obras del mismo tema que pintó Van Gogh, la que se encuentra en la National Gallery de Londres. De la serie hay tres cuadros similares con catorce girasoles en un jarrón, dos con doce girasoles, uno con tres y otro con cinco.

La imagen que vemos arriba no es la que ha sido atacada, aunque es la que más se parece a ella. Esta se encuentra en el Van Gogh Museum, Amsterdam (Vincent van Gogh Foundation) y es la única que se conserva en Países Bajos.

Las pinturas de Girasoles de Van Gogh se encuentran entre las obras más famosas de este artista. Los hizo en Arles, en el sur de Francia, en 1888 y 1889. Vincent van Gogh pintó un total de cinco grandes lienzos con girasoles en un jarrón, con tres tonos de amarillo… ‘y nada más’.

Demostró así que era posible crear una imagen con numerosas variaciones de un mismo color, sin pérdida alguna de elocuencia, de mensaje, de forma y sensación.

Las pinturas de girasoles tenían un significado especial para Van Gogh: comunicaban "gratitud" según dijo escrito el propio artista.

Los dos primeros cuadros los colgó en la habitación de su amigo, el pintor Paul Gauguin, que vino a vivir con él una temporada en la Casa Amarilla. Gauguin quedó impresionado por los girasoles, que pensó que eran "completamente Vincent".

Van Gogh ya había pintado una nueva versión durante la estancia de su amigo y Gauguin más tarde le pidió uno como regalo, que Vincent se mostró reacio a dárselo. Sin embargo, más tarde produjo dos copias sueltas, una de las cuales se encuentra ahora en el Museo Van Gogh.