12.10.16

Ventana de la cárcel voluntaria de unas mujeres libres

Esta ventanita de un convento de clausura sirve para comunicarse con la vida, para vender repostería o para que se hable muy levemente con las personas que acuden a comprar. Es el clásico torno de un convento, que permanece cerrado hasta que se llama con los nudillos. Si observan que eres hombre, te hablan pero no ves. Si eres mujer sí logras verles la cara y la conversación puede ser más extensa. Es la ventana de la cárcel voluntaria.