7.2.23

Lo peor del Arte posible e imposible es la indiferencia


El ser humanos siempre ha tenido la necesidad de expresarse con los métodos que sabía utilizar. Y desde hace miles de años sabemos que también los hacía con la pintura, aunque no todos sus compañeros de cueva o de convivencia entendieran lo que pintara en esos espacios oscuros.

—¿Para qué pinta? —se preguntarían.

—¿Qué quiere decirnos cuando deja sus manos pintadas en negativo sobre las paredes de la cueva?

El autor, el ya artista… sí sabía lo que deseaba decir, posiblemente quería trascender a su propia vida, deseaba que aquellos grafismos estuvieran más tiempo dentro de la cueva de lo que iba a estar él. Y eso lo consiguió.

Pero en la actualidad seguimos igual. Deseamos expresarnos y el ejemplo más sencillo de comprender son las actuales Redes Sociales. 

Somos muchos los que lanzamos textos, frases o soflamas al aire, buscando a nadie y a todos. 

Posiblemente tampoco lo sabríamos explicar bien, pero la sociedad en general necesita expresarse. al menos una parte de esa sociedad.

Así que a través de esa aceptación, podemos encontrarnos por las paredes gritos o signos que no tenemos que comprender, que incluso no nos gustan o nos parecen abominables. Basura clara y sin explicación. 

Que se acepte como basura algo de lo que nos dejan por las calles, es ya un detalle a su favor. Lo malo sería que no nos motivara ni asco, ni desagrado. Lo peor de todo el Arte posible e imposible es la indiferencia.