29.10.21

¿Qué quiso decirnos Edvard Munch con El Grito?


Sabemos que las obras de arte actuales, por mucho cuidado que pongamos, se van deteriorando con el tiempo. Por diversos motivos, uno de ellos por la mala calidad de las pinturas o de las bases, de los lienzos o materiales que se utilizan. Y los museos con las obras más importante aunque tiene mucho cuidado con ellos, saben que estamos ante un problemas complicado. Ninguna obra nos pertenece a nosotros, son de todas las generaciones que vendrán después y nosotros podemos contemplarlas con cuidado, y sobre todo cuidarlas.

Esta obra es El Grito de Edvard Munch, un pintor que no utilizaba pintura de calidad y que además en esta obra y en muchas otras pintaba sobre cartones gruesos y no sobre tela, lo que dificulta la conservación por la luz y la humedad ambiente. Sabemos que los colores de esta famosa obra ya no están hoy como estaban hace unos años, cuando la pintó Edvard Munch.

Arriba podemos ver una de las versiones de la obra (posiblemente la más conocida y llamada 4ª Versión del año 1910) tal y como se puede ver en la actualidad, la misma imagen que ha colgado el Museo Munch de Oslo

Es una obra (la versión que vemos pues se pintaron varias) de 91 centímetros de altura y el paso del tiempo le está afectando. 

Abajo podemos ver esa misma imagen con un retoque digital que intenta asemejarse a los colores que posiblemente se transmitieron en un principio, antes de que se degradaran con el paso del tiempo.

Es una obra compleja pues cuesta mucho adivinar qué nos quiso transmitir Edvard Munch, y por ser una obra muy documentada, incluso bocetada y trabajada por Edvard Munch con poemas incluidos.

Estaba caminando por el camino con dos amigos
El sol se estaba poniendo.
El cielo se volvió rojo sangre y sentí una ola de tristeza.
Me quedé cansado hasta la muerte.
arriba, la sangre azul-negra del fiordo y la ciudad y las lenguas llameantes, flotaron.
Mis amigos siguieron caminando, mientras sentía el gran Grito en la Naturaleza.