En este mismo blog caigo en la tentación de intentar explicar el Arte cuando esto, además de imposible, no conduce a nada. El Arte no está para ser explicado, ni entendido, sino para disfrutarlo, para contemplarlo, para que nos guste o no, pero solo eso.
Es cierto que aquí en el blog Luz y Artes juego un poco a "mostrar" y a la vez a intentar "enseñar" para abrir boca, es como un espacio de aperitivos, de pinceladas brutas. Y tal vez por eso me mueva hacia la explicación, añadiendo textos inútiles.
La imagen que vemos arriba, una obra de Jeff Koons titulada "Tulipanes" es lo de menos en la composición pues prima el conjunto incluida la sección del propio Museo Guggenheim. Todo es estética, color, formas, que te obligan casi a mirar.
La imagen que vemos arriba, una obra de Jeff Koons titulada "Tulipanes" es lo de menos en la composición pues prima el conjunto incluida la sección del propio Museo Guggenheim. Todo es estética, color, formas, que te obligan casi a mirar.
Cuando el Arte se explica ya no es Arte, sino material escolar aunque sea para adultos. Se convierte en Materia de análisis, pero no en Materia para disfrutar.