Este cuadro lo pintó Francisco de Goya al óleo sobre lienzo entre los años 1815 y 1820, no hay seguridad en la fecha. Es ya un Goya artista mayor, en sus últimos años de trabajo en pintura de gran tamaño, pues esta tiene 182 centímetros de altura.
Es una escena de taller en la que vemos a tres hombres trabajando en la fragua, que da título a la obra como "La Forja" o "La Fragua". Están los personajes agrupados alrededor del lugar de trabajo para golpear el hierro candente.
Uno de ellos queda de espaldas al espectador, con los brazos en alto blandiendo un martillo y dispuesto a golpear la chapa al rojo vivo sobre el yunque.
Hay un segundo hombre que está de frente con gesto de fuerza, y un tercero ya mayor que los otros dos y que casi no se ve, que parece realizar una labor que requiere menor esfuerzo físico, como sujetar algo.
Hay un segundo hombre que está de frente con gesto de fuerza, y un tercero ya mayor que los otros dos y que casi no se ve, que parece realizar una labor que requiere menor esfuerzo físico, como sujetar algo.
La pose de sus cuerpos en tensión y los movimientos violentos incluso de las ropas otorgan a la escena un gran realismo.
Existe un dibujo del Álbum F que repite la misma composición y que podría haber sido realizado como un apunte del natural. Los atuendos de los trabajadores contribuyen a aumentar el dramatismo dejando ver sus brazos musculosos y el pecho al descubierto, señal del calor asfixiante que conlleva este tipo de trabajo.
La paleta de tonos y colores que Goya empleó en esta obra es bastante oscura. El uso del color negro y de colores terrosos muy oscuros y posiblemente ya sacados directamente del recipiente y sin mezclar, adelanta ya el período artístico de los últimos años de Goya.
Es una obra que se encuentra en la The Frick Collection de Nueva York, recientemente abierta de nuevo al público.
Existe un dibujo del Álbum F que repite la misma composición y que podría haber sido realizado como un apunte del natural. Los atuendos de los trabajadores contribuyen a aumentar el dramatismo dejando ver sus brazos musculosos y el pecho al descubierto, señal del calor asfixiante que conlleva este tipo de trabajo.
La paleta de tonos y colores que Goya empleó en esta obra es bastante oscura. El uso del color negro y de colores terrosos muy oscuros y posiblemente ya sacados directamente del recipiente y sin mezclar, adelanta ya el período artístico de los últimos años de Goya.
Es una obra que se encuentra en la The Frick Collection de Nueva York, recientemente abierta de nuevo al público.