15.8.25

Una flor de Anzánigo en Huesca


Hoy os dejo un esperpento propio, un punto de vista mío, la fotografía de una flor del pueblo de Anzánigo en Huesca, colocada en un gran Museo Europeo. 

Da igual qué museo. 

Lo importante es la flor.

Es el contraste entre tamaños. 

La lucha mental escondida por dar valor al tamaño de las cosas. Algo sumamente relativo. Y como relativo que es, algo que puede utilizar el Arte… para jugar.

La belleza a veces, simplemente reside en lo diferente, en la sorpresa, en lo que aparenta ser distino sin serlo realmente. 

La belleza también es muy relativo.

En tiempos tan raros como los actuales, de multiplicación de palabras fuertes y de miradas torcidas, sacar de su espacio una flor puede ser como poco, un aliciente para seguir creyendo en la naturaleza, que ya es mucho.