Esta sabina solitaria es el ejemplo de lo que fue y ya no es Aragón.
De un Aragón diferente al actual, con mucho menos desierto.
Es una sabina única simplemente porque no hay otra de su edad a muchos kilómetros de distancia en una zona en donde todo era antes un bosque de sabinas.
Un árbol sobreviviente.
Recibe visitas de agradecimiento mientras permanece quieta y de pie, aguantando lo que no pudieron sus antepasados.
Otro Aragón existió antes de ser esquilmado para guerras.