Pero no siempre es sencillo lograr imágenes que ilustren sensaciones de vida, en el teatro de los sentimientos.
La compañía Tranvía Teatro nos ha dejado este hermoso símbolo de máscara como ejemplo del teatro más real, del que se esconde dentro de personajes de carne y hueso que se tienen que creer sus vidas durante dos horas, para lograr que se las crean también los espectadores y, todos juntos, rían o lloren a la vez con la tragedia fingida.
¿Cómo podríamos creer en la vida de otros, en nuestra propia vida y sus circunstancia, sin esa capacidad de comparar que tiene el teatro? Son parábolas de vida, de cuando nadie sabía leer. O para cuando nadie quiere leer.
La compañía Tranvía Teatro nos ha dejado este hermoso símbolo de máscara como ejemplo del teatro más real, del que se esconde dentro de personajes de carne y hueso que se tienen que creer sus vidas durante dos horas, para lograr que se las crean también los espectadores y, todos juntos, rían o lloren a la vez con la tragedia fingida.
¿Cómo podríamos creer en la vida de otros, en nuestra propia vida y sus circunstancia, sin esa capacidad de comparar que tiene el teatro? Son parábolas de vida, de cuando nadie sabía leer. O para cuando nadie quiere leer.