11.11.23

Pinceladas precisas. "Sin Madre" de Ignacio Díaz Olano


El pintor vasco Ignacio Díaz Olano nos presenta en una de sus obra maestra, pintada entre 1930 y 1934, un detalle curioso que nos sirve para aprender: un pollito que va más allá de su simplicidad aparente en el cuadro "Sin Madre". Cada trazo del pincel es una pincelada de genialidad, capturando la esencia del pollito mediante la mezcla de colores.

Díaz Olano demuestra su maestría al retratar con precisión la figura del pollito mediante la aplicación estratégica de manchas de colores diversos. Cada pincelada, aparentemente sin un propósito específico, contribuye al efecto visual del pollito. La combinación de colores y la colocación precisa de cada trazo revelan un acercamiento artístico único. Es el conjunto de pinceladas las que forman el efecto real del pollo. Vemos una figura reconocida, un pollito, a base de sumar muchas pinceladas sin casi sentido aparente, excepto el acierto de saber darlas en su posición exacta y su color.

Aunque algunas pinceladas más intensas podrían interpretarse como correcciones, destacan el amarillo del pollito. Con apenas unos trazos, logra transmitir una expresión intrigante, casi desafiante, en la mirada del pollito. Incluso con pocos trazos nos parece que el pollito tiene una mirada de mal carácter.

Este detalle subraya la importancia de dominar los pinceles en la creación artística, destacando que incluso grandes pintores abstractos, como Miró, eran expertos en el arte del detalle antes de aventurarse en la abstracción. Explorar estos detalles nos permite apreciar la destreza técnica que se esconde tras la aparente simplicidad del detalle del pollo en la obra "Sin Madre" de Ignacio Salvador Díaz Ruiz de Olano.

Para comprobar el acierto en sus pinceladas, basta con separarse de la imagen y verla a un par de metros. Todo tiene otro sentido y acierto.