Para mirar al futuro no se necesita ni ser joven, ni estar descansando para pensar en lo que hay que alcanzar. Lo imprescindible es tener por detrás algo de pasado, y ver qué deseas alcanzar.
Y es también bastante necesario, aunque no siempre imprescindible, ponerte en un camino que lleve hacia algún lugar, aunque sea desconocido.