Edgar Degas pintó esta obra con pinturas pasteles sobre papel en un tamaño de 52 centímetros y sobre el año 1885 a 1886 aproximadamente, titulándose "Mujer peinándose" o "Mujer arreglándose", en donde demuestra una gran maestría en el tratamiento de la figura humana, de sus sombras y luces, copiando las técnicas de Dominique Ingres al que consideraba un maestro.
Degas decía que las formas de las mujeres desnudas, sus brillos y colores reflejaban la luz como si fueran diamantes.